Un diálogo entre la diplomacia y el Camino de Santiago

Españoles, estadounidenses, cubanos, haitianos, jamaicanos y ucranianos conformaron un variado grupo de «jóvenes con diversas historias» que «han tenido experiencias complicadas en la vida», afirmó Julissa Reynoso a este medio. «Muchos son americanos de primera generación con padres de otras partes del mundo, latinoamericanos, del Caribe, como lo soy yo», incidió la representante, quien nació en República Dominicana antes de marcharse a New York cuando contaba con siete años de edad. Reynoso estudió en prestigiosas universidades como Harvard, Cambridge y Columbia. Durante la Administración del Presidente Barack Obama ocupó el cargo de Subsecretaria de Estado Adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental y, posteriormente, el de embajadora en Uruguay. También trabajó en la Administración Biden-Harris como asesora del Presidente y como jefa del gabinete de la Dra. Jill Biden. Por lo tanto, para la embajadora el Camino comprende «un recordatorio de la importancia de la diversidad y del valor de construir puentes entre personas» que favorezcan la cordialidad, la unidad y el buen funcionamiento social.

La comitiva, que también contó con la Comisionada de Miami Dade, Raquel Regalado, y el presidente del Centro Cultural Español de Miami, Julián Linares, partió el pasado viernes 30 de junio desde Sarria, recorriendo hasta el martes los más de 115 kilómetros que separan la localidad lucense de la capital gallega.

El trayecto sirvió a la embajadora para «dialogar con los jóvenes», profundizar en sus historias personales e intercambiar relatos e impresiones con otros peregrinos que encontraron durante el itinerario. «Aquí estamos todos enfocados en lo que es el esfuerzo hacia un objetivo, en cómo comprometernos física, mental y emocionalmente con un proyecto común. Creo que esta experiencia, con la diversidad de los participantes y de la historia que traen, demuestra la posibilidad que existe de trabajar en conjunto para crear comunidades seguras y de colaboración.» Unas declaraciones que coinciden con la misión de este programa, que busca que los jóvenes desarrollen habilidades comunicativas y sociales que les acompañen el resto de sus vidas y que les permitan causar un impacto positivo en la vida de las personas que les rodea. «Cuanto más uno entiende, vive y conoce al otro, más nos damos cuenta de que todos queremos las mismas cosas: vivir en paz, tener felicidad y un poco de alegría en la vida. No es tan complicado. Si uno conoce al otro se da cuenta que ese objetivo lo comparte toda la humanidad.»

Otro de los objetivos de este programa es reforzar el vínculo que une a Estados Unidos y España. La embajadora destacó ante los medios el incremento de estudiantes y turistas «americanos» en España en los últimos años. «Es un país maravilloso. Es seguro, tiene mucha historia y la gente es muy agradable. Quienes vienen, vuelven, traen más y crean una cadena de vínculos».

En cuanto al Camino, aseguró que es «muy atractivo» para los ciudadanos americanos por «toda la historia que tiene la nación americana», una nación, añadió, «con mucho compromiso con la espiritualidad y la fe». Y así lo corroboran los datos. De acuerdo con la Oficina de Acogida del Peregrino, 25.980 turistas estadounidenses, el 5,84% del total, realizaron el Camino en 2022, cifra tan solo superada por españoles (238.981) e italianos (27.010), y que rebasa en alrededor de 5.000 la registrada en 2019, antes de la pandemia. En lo que va de 2023, casi 9.500 peregrinos estadounidenses ya han recibido la Compostela, el 8% del total de una clasificación liderada, como es habitual, por el turismo nacional (47.620).

A modo de valoración personal, Reynoso agradeció la experiencia. Tras llegar a la Plaza del Obradoiro afirmó habérselo pasado «de maravilla» y sentirse «muy bien», además de destacar el «sentido de comunidad, el esfuerzo y la unidad» mostrado por el grupo durante los cinco días que se prolongó la caminata.