a pie de fuego

El pavor de la sombra roja

Angustia y quejas entre los vecinos de toda una provincia de Ourense salpicada por el humo y los fuegos

El pavor de la sombra roja efe

POR ISABEL BUGALLO

En Ourense cuesta respirar. El aire se ha vuelto denso debido al humo de los incendios que están acabando con la provincia y de los que siguen creciendo en zonas limítrofes.

En la ciudad áurea uno se levanta respirando a quemado, después de la pesadilla ... en la que soñaba que la ciudad ardía motivada quizás por el olor a chamusquina que lo impregna todo. Uno se levanta y se topa con la cruel realidad. Ourense arde por todos sus costados y el fuego se repite una y otra vez, arde sobre quemado y la gente, asustada ya, espera que alguien dé la voz de alarma y pogan fin a este desastre natural descomunal.

Crecen las llamas por doquier, los aviones vuelan, pero los fuegos crecen y se convierten en gigantes que devoran la provincia y, peor aún, engullen una reserva de la Biosfera, el gran Parque Natural del Xurés. Es un regalo envenenado que llega de Portugal, de donde proceden las llamas salvajes que están asolando uno de los parajes más hermosos de la provincia del interior.

La provincia amanece diariamente ahogada bajo la canícula incendiaria. Los fuegos se multiplican cada jornada.

Vecinos de las zonas afectadas por los incendios se quejan de que los «operarios» no hacen nada, que «se quedan sentados viendo como avanzan las llamas». Las quejas en las redes sociales, que otros desmienten poco más tarde en defensa de la honorabilidad de sus familiares, se juntan con las fotos que nos ofrecen imágenes escalofriantes. «A buenas horas les pasaría esto en Cataluña», comentaba un vecino entre furioso e impotente al ver avanzar las llamas en dirección a su pueblo en la alta montaña de Lobios. «Parece que a los de Medioambiente les da igual la Reserva natural, los bosques de la provincia y los vecinos que nos podemos quedar sin casas», lamentan. Mientras, la Unidad Militar de Emergencias (UME) sigue trabajando, con casi 400 soldados y cerca de 100 vehículos entre las provincias de Ourense y Pontevedra. De ellos, 5 son hidrobombas , 10 aviones, 3 helicopteros y 6 brigadas, que intervienen en la zona del Xurés sin conseguir detener las llamas. En la noche del sábado, los vecinos de Esperanzo, un pueblo en medio de la ruta del pulmón verde de Galicia, tenían que salir de sus casas para apagar el fuego so riesgo de quedarse sin vivienda. Las llamas están intoxicando el pulmón gallego y los operarios de extinción «o no hacen o no dan hecho», critican vecinos indignados.

A los militares del UME llegados de León y Madrid se han sumado los de Morón (Sevilla) llamados por el gobierno autonómico para intentar poner fin a este desastre. Las brigadas de extinción de los pueblos no dan hecho, bajan sus brazos en muchos casos por impotencia los vecinos dicen que «por incapacidad y desinterés». La tensión generada por llamas camino de engullir pueblos no es buen factor para comprender actitudes pasivas.

«Es obvio que hace falta más. Más prevención, más vigilancia, más medios y sistemas de comunicación y más contundencia con los que ocasionan estos fuegos», aseguraba un vecino de Lobios en declaraciones a este periódico. En su opinión, «la Xunta ha sido poco previsora» y «no ha sabido responder adecuadamente». Este vecino se expresaba confundido con lo que cree que está ocurriendo: «brigadistas que siguen en vacaciones, que no se haya contratado, sino que se haya despedido gente, y encima que se tire de voluntarios que en muchos casos no saben cómo actuar y pueden poner su vida y la de sus compañeros en peligro».

Mientras, una línea roja continúa creciendo en el horizonte, cerrando cada vez más el contorno de la provincia. Una línea de 10.000 metros que convierte el cielo en una sombra roja que causa auténtico pavor. Parece que llega el fin del mundo.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios