Entrevista
Román Rodríguez: «Pondremos en marcha todas las herramientas jurídicas frente a la Ley Celáa»
El conselleiro de Cultura, Educación e Universidade asegura que se preservará el sistema educativo gallego «dentro de la ley», mientras valora positivamente el arranque de curso ante el Covid, que obligó a adoptar decisiones «en directo»
Asumió las riendas de la educación en el curso más atípico de la historia reciente, marcado por el coronavirus. Román Rodríguez (Lalín, 1968) hace balance en conversación con ABC en su despacho en San Caetano. «Más allá de cuestiones muy concretas», afirma, «podemos estar, como ... gallegos y como sistema educativo, satisfechos en el sentido positivo; orgullosos y agradecidos por el trabajo hecho por la gran familia educativa que tiene Galicia».
Consumido casi el primer trimestre, ¿qué nota le pone?
Fue el inicio de curso más complicado del actual siglo, sin duda, por razones obvias, pero la comunidad educativa estuvo a la altura de las circunstancias y, después de unos ajustes que hubo que hacer en una situación de incertidumbre y de cambio, al final lo más importante son los resultados, y nos hablan de un trimestre donde la actividad educativa se llevó a cabo con una gran normalidad; obviamente, dentro de la excepcionalidad del mundo en el que estamos y con una gran implicación de toda la comunidad educativa, del profesorado, de las familias, de la propia Administración. Todos fuimos conscientes de que teníamos un gran reto por delante y que teníamos que aparcar las pequeñas peleas del día a día y ser conscientes de que teníamos en nuestras manos parte del presente y del futuro de nuestro país. Algo tan importante como es la educación para el presente y el futuro. El sistema estuvo a la altura. Desde el punto de vista educativo se llevó a cabo con una perspectiva ordinaria. Y desde el punto de vista de la seguridad, al final los centros educativos nos están todos diciendo que las medidas funcionaron. Hubo un grandísimo esfuerzo, un sobretrabajo, un sobreesfuerzo, pero al final los centros funcionaron como espacios seguros, no hubo transmisión interna, las medidas funcionaron. Tuve la oportunidad de hablar con muchísimos directores, llamé a muchísimos personalmente y todos me decían lo mismo: un gran sobreesfuerzo, pero también que los centros estaban funcionando bien, las familias estaban respondiendo bien, los alumnos se adaptaban.
960 positivos, 48 aulas y cuatro centros cerrados [el viernes, día de la entrevista]. ¿Son buenas o malas cifras?
Las cifras hay que compararlas siempre, y si las comparamos con otras comunidades autónomas o con el conjunto de la sociedad, son cifras positivas. Obviamente nos gustaría que no fuesen así. Lo que sí es cierto es que en los centros educativos entran y salen medio millón de personas porque son espacios abiertos. Y están en contacto con la sociedad. Y conforme evoluciona la situación sanitaria se refleja en los centros. Si hacemos un porcentaje de las personas afectadas con el volumen total estamos en porcentajes del 0,2%, aproximadamente. Hubo momentos, en la primera quincena de noviembre, que hubo un incremento importante del número de contagiados como reflejo del incremento que había en la sociedad. En la última quincena de noviembre y principios de diciembre los números son constantemente de bajada. Hubo una gran responsabilidad, un trabajo compartido, mucha paciencia, mucha comprensión por parte de todos, una implicación muy fuerte de Sanidad. Y más allá de momentos puntuales, la situación, comparativamente, no es del todo mala. Si vemos el número de aulas que se cerraron en Galicia de forma habitual con las que se cerraban en otras comunidades autónomas -por ejemplo, en Cataluña veíamos momentos de más de 1.000 aulas cerradas-, aquí siempre estuvimos en porcentajes muy bajos. Nos gustaría que esto no hubiese pasado pero creo que la respuesta del sistema creo que fue una respuesta a la altura de las circunstancias. Tenemos que estar tremendamente agradecidos porque fuimos capaces, entre todos, de vencer los miedos, los recelos y las desconfianzas y ser conscientes de que teníamos que estar a la altura en un momento como este.
¿Los protocolos llegaron tarde?
Hay que mirar para delante. Hubo que tomar decisiones en directo. En una situación como esta nunca es tarde y nunca es pronto. Las cosas se van haciendo según se van planteando y se van viendo las necesidades. La respuesta de la Administración y las familias y el conjunto de la comunidad fue acorde con los tiempos. El esfuerzo que se hizo organizativamente en Galicia, si lo comparamos con otras comunidades autónomas, creo que se estuvo a la altura, y las situaciones que se vivieron en Galicia se vivieron en todas partes de España. Es cierto que a todos nos habría gustado mucho más que las medidas fundamentales se hubieran conocido a principios de verano y no al final. Eso hubiera posibilitado hacer las cosas con más sentido. Pero una vez que nos pusimos a trabajar hicimos lo que había que hacer. Primero hicimos un sistema de desdobles, contratando al profesorado necesario; se puso en marcha un comité educativo para asesoramiento en decisiones estratégicas; pusimos en marcha un plan de enseñanza digital, orientado a que, en el caso hipotético de una situación de confinamiento prolongado, pudiésemos dar una respuesta educativa; se pusieron en marcha equipos específicos de docencia; se apostó también por mantener todos los parámetros de calidad del sistema educativo. Se hizo un trabajo muy intenso. Creo que si lo vemos desde la perspectiva de un trimestre es un trabajo muy fuerte donde desde el profesorado hubo una involucración y por parte de la administración se fue dando respuesta en función de las necesidades concretas de cada casado hasta estabilizar el sistema, como pensamos que está en este momento.
¿Se podrá recuperar un cierto grado de normalidad ya en este curso?
Este fue primer trimestre fue de hacerle frente a las urgencias y fijar una ruta de normalización. A partir de ahora queda una ruta de avance. Seguir avanzando para posibilitar y potenciar el sistema educativo gallego como lo que siempre fue, es y debe ser. Que es una herramienta que garantiza la calidad educativa, la equidad social, que genera igualdad de oportunidades y que posibilita que nuestros alumnos tengan unos niveles de rendimiento académico de los más elevados de España y de la Unión Europea. La pandemia lo que está posibilitando es incentivar o hacer que ciertos procesos evolucionen con más rapidez. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con la digitalización de la enseñanza, o todo lo que tiene que ver con la modernización de la propia enseñanza. Hizo que muchas cuestiones avancen más rápido y lo que tenemos que hacer es diseñar, partiendo de lo que ya tenemos, que es un grandísimo sistema educativo, uno de los mejores de Europa, y lo digo con toda la franqueza, que pueda seguir avanzando en las actuales líneas de trabajo. A veces nos falta a los gallegos tener orgullo de lo mucho que ha avanzado el sistema educativo en los últimos 10 años. Fuimos capaces de reducir el fracaso escolar el 50%. Fuimos capaces de estar en los primeros puestos de España en PISA, muy por encima de la media española y comunitaria. Somos la comunidad educativa que tiene más alumnos con necesidades educativas especiales integrados en el sistema ordinario. Somos la más equitativa de España, con informes internacionales constatados, donde garantizamos con independencia del tipo de centro y de la familia de procedencia, una igualdad de resultados educativos. Fuimos capaces de tener unas tasas de inserción laboral en FP del 80-90%. Hicimos y hacemos un grandísimo esfuerzo todos, el conjunto de la comunidad, para tener el gran sistema educativo que tenemos, y tenemos que ser conscientes de tenerlo y tenemos que cuidarlo. Es uno de los principales pilares que tiene una sociedad avanzada como la gallega, y a partir de aquí solo tenemos que avanzar. Mejoramos muchísimo en conocimiento de idiomas, en enseñanza digital, prácticamente en todas las grandes variables, y tenemos que seguir avanzando, mejorando e innovando. La innovación es una de las claves fundamentales en el proceso educativo. La formación del profesorado, la autonomía de los centros: todo son elementos fundamentales que son claves y básicos para avanzar en el sistema.
El Gobierno ha fijado para el próximo mes de enero el inicio del calendario de vacunación. ¿Aboga por vacunar primero a alumnos o docentes?
Obviamente esa es una decisión que no me toca a mí, no soy la autoridad sanitaria ni tengo conocimientos sanitarios como para poder posicionarme. En todo caso esperemos que la vacuna posibilite normalizar la vida general de España y Europa y nos permita volver a la normalidad lo antes posible.
Regresó a la cartera de Educación como parte de una profunda renovación. Da la sensación de que Feijóo no estaba contento.
En política hay ciclos y hay épocas. Y lo importante es que la Xunta de Galicia, en los últimos años, lleva una hoja de ruta en materia educativa muy coherente, muy sólida, y que precisamente es la que posibilita hablar de una trayectoria de éxitos y logros en los últimos años. Y lo digo con toda franqueza. Éxitos y logros que no son consecuencia solo y exclusivamente de la acción del Gobierno, ni mucho menos, son consecuencia de la implicación del profesorado, de la participación de las familias, de las mejoras que se fueron implementando en los centros. Es un logro colectivo. Y ese logro colectivo está mucho más allá de las personas concretas que ocupen los cargos en un momento concreto. Lo importante es ver la foto fija hace 10 años, ver la foto fija de hoy y ver los cambios y las mejoras y las dinámicas que ha tenido el sistema educativo y que sin duda nos hacen estar en una situación positiva desde la perspectiva de que se están formando buenos profesionales pero también buenas personas para el futuro. Porque una de las variables muy importantes del sistema educativo gallego es que posibilita que sea un alumnado tolerante, que sea respetuoso con otras culturas, algo que es tremendamente importante y que a veces desde Galicia no le damos mucha importancia, porque no tenemos ese tipo de problemas, precisamente porque somos tolerantes y respetuosos. Si vemos otras comunidades autónomas, que están en situaciones en puestos de menos tolerancia hacia otras culturas, nos damos cuenta de la importancia que tiene ser como somos, un pueblo leal, tranquilo, respetuoso, integrador, y todo eso en gran parte también se fundamenta y se basa en el sistema educativo.
Pero no parece casual que los principales cambios se dieran en Educación y Sanidad.
Desde el primer momento, lo que quisimos fue hacerlo lo mejor posible y trabajar con un objetivo: que el sistema educativo gallego, además de ser un sistema de equidad y de calidad, y que garantice la igualdad de oportunidades, fuese también un sistema que garantice la seguridad higiénico-sanitaria dentro de los centros. Y por eso se pusieron en marcha una serie de medidas que fueron orientadas a garantizar esa seguridad, y afortunadamente vimos que hubo una muy buena respuesta. Hablando con los directores de los centros, incluso con los que tienen mayor número de afectados, todos nos dicen que no hubo transmisiones internas, que fueron lugares seguros, que los alumnos se adaptaron a las nuevas demandas. Y todo esto detrás hay un trabajo, obviamente, organizativo, de planificación, de ejecución, que afortunadamente dio buenos resultados. Sería una situación muy frustrante que el sobreesfuerzo que se pasó en los centros educativos no generase los resultados necesarios. Y aunque, insisto, nos gustaría que no hubiese ningún caso, comparativamente con la situación general y otras comunidades autónomas Galicia tiene una situación en la cual debemos estar orgullosos como sistema educativo.
Ley Celáa. ¿Hasta qué punto Galicia puede esquivar su aplicación?
Estamos ante una ley que técnicamente es una mala ley y políticamente está generando y va a generar efectos perversos. Es una ley del «tanto da». Tanto da estudiar como no estudiar, tanto da aprobar como suspender, tanto da que los profesionales sean elegidos después de procesos selectivos libres y con competencia o sean nombrados a dedo por los responsables políticos. Es un tanto da constante y eso puede generar unos efectos muy nocivos en la sociedad porque pueden generar ya desigualdades en las personas, en función del centro educativo en el cual están o en función de la provincia o de la comunidad autónoma en la que viven. Es el principal problema que tiene esta ley, que es un pasotismo absoluto del sistema educativo, que es una de las claves que garantizan el futuro de una sociedad. Nosotros pondremos en marcha todas las herramientas jurídicas que tengamos, dentro de la ley y respetando la ley general, para mantener nuestro sistema educativo. No es un capricho político. Es simplemente mantener lo mucho y bueno que tiene nuestro sistema. No vamos a trabajar en contra de la ley X. Vamos a trabajar a favor de la calidad, de la formación del profesorado, de tener una inspección profesional y clave dentro del sistema, de tener equipos directivos que sean líderes de los procesos formativos, de tener un sistema de evaluación que fomente el estudio, la implicación, la motivación. No nos puede dar todo igual. Por eso vamos a trabajar a favor de mantener las claves de un sistema educativo justo, sostenible y que posibilite tener buenas personas y buenos profesionales formados como es el nuestro.
¿Se mantendrán los conciertos?
Por supuesto, los conciertos educativos están dentro de la ley, y dentro del marco de la libertad de las familias, no hay ningún argumento, más allá de una confrontación ideológica, que impida tenerlos.
¿Resulta incómodo tener que defender el castellano como lengua vehicular, disponiendo de lengua propia?
Al revés. Galicia es un ejemplo de como se deben hacer las cosas si se hacen bien. Tenemos un sistema de equilibrio lingüístico. Un modelo propio que considera que las dos lenguas oficiales son ambas vehiculares. Eso posibilitó que la lengua no sea motivo de confrontación. Fundamental. No hay problema en Galicia en el uso de las lenguas más allá de algún caso concreto. Las usamos con normalidad y con total respeto y tolerancia. Segundo, es el modelo que está posibilitando que los alumnos, dentro de las comunidades autónomas bilingües, sean los alumnos que más y mejor dominan las dos lenguas oficiales. Los datos estadísticos tanto del IGE como del Informe PISA nos dicen que los alumnos gallegos son, dentro de las comunidades autónomas españolas con lenguas propias, los que tienen más y mejores destrezas en ambas lenguas. Y además son los más tolerantes y los más respetuosos con otras culturas. Es un modelo que, más que copiar otros modelos, que se basan en la exclusión, en la diferenciación, en la imposición, en la inmersión, debemos usar con normalidad las dos lenguas, que es una grandísima riqueza. No somos conscientes de la gran riqueza que tenemos al ser una sociedad bilingüe.
Ana Pontón pide aprovechar para imponer el gallego al castellano.
Le diría que los nacionalistas gallegos estuvieron muchos años mirando para Cataluña e intentaron importar muchos de los debates políticos. Y este es uno de ellos. Una inmersión plena en el gallego. Creo que debe ser al revés, deberían mirar para nosotros, y cómo nuestro sistema educativo posibilita que los alumnos conozcan, manejen, tengan destrezas orales y escritas en ambas lenguas y que las usemos con total normalidad y dentro de nuestra vida. Es cierto que a todos nos gustaría que el gallego se usase en los ámbitos de la juventud de forma más habitual, pero el sistema educativo garantiza el conocimiento de ambas lenguas, y después la libertad de cada uno es lo que nos posibilita expresarnos en una lengua u otra. Insisto, con total normalidad, siempre con una perspectiva inclusiva, potenciando que la lengua es un vehículo de comunicación, y no un vehículo de exclusión o para enfrentarnos a otro. Bien haría el BNG, en vez de mirar para Cataluña, en mirar para Galicia y cómo se pueden hacer las cosas con sentidiño y sin utilizar la lengua como un elemento político para, en vez de unir a la sociedad, generar peleas estériles.
¿Seguirá en su cargo la coordinadora de la Rede de Dinamización Lingüística, tras afirmar que «ninguna persona culta debería atreverse a hablar en castellano en público»?
Esta persona hizo unas declaraciones. No fueron afortunadas esas declaraciones. Ella misma lo reconoció, pidió perdón, dijo que no quería por supuesto insultar ni faltarle al respeto a nadie y que se había expresado mal. Creo que, a partir de ahí, le honra el hecho de haber hecho una rectificación de unas declaraciones que se expresó mal y que aquí la tolerancia tiene que estar en todas las partes. Todos nos podemos equivocar y tener errores. Si tenemos la nobleza suficiente para reconocerlo, son páginas que hay que pasar. Lo que es fundamental es que haya un respeto y una tolerancia y que sepamos que nadie es mejor o peor por usar una lengua u otra. A partir de ahí, todos tenemos que extrapolar nuestro modelo gallego de tolerancia, respeto, inclusión en el uso de las lenguas, que es lo que hace grande a un pueblo.
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