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El impacto del Covid-19

Coronavirus Galicia: Las recetas para que la economía se recupere del paso del coronavirus

Sindicatos, patronal y expertos inciden en la importancia de que Galicia vuelva a apostar por la industria

Un ciudadano en un centro comercial de Santiago de Compostela MIGUEL MUÑIZ
Natalia Sequeiro

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En un sistema económico que necesita del crecimiento constante para su funcionamiento, el coronavirus ha provocado un inédito frenazo en seco . En el peor año de la anterior crisis financiera (2009), el Producto Interior Bruto (PIB)de la Comunidad se rebajó un 3,8%. Según las estimaciones del Foro Económico de Galicia, sólo las primeras seis semanas de confinamiento de las ciudadanía en sus domicilios podrían llevar a una caída del 5,6% este ejercicio. Pero el efecto del Covid-19 podría ser pasajero y menos profundo que el que supuso la recesión que comenzó en 2008 con el derrumbe de Lehman Brothers. Lograrlo dependerá, en gran medida, de las decisiones que se tomen en estos días y en los próximos meses.

El director del Foro Económico, el profesor de la Universidad de Vigo Santiago Lago, espera que el impacto en el mercado laboral sea mucho menor que en la última crisis que azotó los cimientos del capitalismo. Con respecto a la caída del PIB prevista por la paralización de los sectores no esenciales, «el efecto sobre el empleo es muy inferior porque se han puesto en marcha ERTE y permisos retribuidos que mantienen el empleo », argumenta Lago. «Si la recuperación es rápida la caída seguirá siendo moderada y se concentrará en el empleo temporal y sectores particularmente afectados como la hostelería, la hotelería, la cultura o el entretenimiento», apunta.

«La primera respuesta del Gobierno central ha sido acertada y sirve para amortiguar la crisis , como las facilidades para tramitar los ERTEs», coincide el secretario general de CCOO en Galicia, Ramón Sarmiento. La Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) también valora la medida, pero discrepa con algunas de las exigencias del Ejecutivo. « A los empresarios se les obliga a mantener la plantilla durante seis meses, pero no nos dicen cómo. Esto nos parece muy perjudicial », argumenta Antonio Fontenla, portavoz de la patronal gallega. La economista de la Universidade de Santiago de Compostela María Cadaval coincide que el primer paquete de medidas es acertado, pero matiza que quizás «no tan bien ejecutado». La avalancha de ERTE —que hasta el miércoles pasado afectaban a 205.396 personas solo en Galicia— está provocando retrasos en su tramitación y muchos trabajadores aún no saben cuándo cobrarán el subsidio.

Los avales a las empresas , tanto por parte del Estado como por la Xunta, para que puedan pedir créditos son otra de las medidas sobre las que hay consenso. «Es muy importante que se hayan movilizado 250 millones de euros para las pymes a través del Igape, con intereses al 1,5% que los paga la Xunta», asegura Antonio Fontenla. Los economistas María Cadaval y Santiago Lago coinciden en la necesidad de dotar de liquidez a las empresas, pero consideran que además se debería dar facilidades para retrasar el pago de impuestos estatales, autonómicos y locales . «En el mes de abril muchas firmas se encuentran con un problema: tienen que liquidar tributos de 2019 y justo este mes sus ingresos serán cero. Creo que se debería conceder un aplazamiento y arreglar las cuentas al final de 2020», explica la economista María Cadaval.

Para que el Estado pueda sufragar estas medidas de apoyo a trabajadores y empresas tendrá que recurrir a la deuda. Y en este punto es de crucial importancia el papel de la Unión Europea. El acuerdo alcanzado esta semana por el Eurogrupo sigue dejando fuera del tablero los eurobonos, ahora rebautizados como coronabonos. Con este instrumento el crédito obtenido por cada Estado estaría avalado por toda la Unión Europea. El mecanismo evitaría que los países más afectados por el virus volviesen a sufrir tensiones en su prima de riesgo —por el momento la española no se ha disparado y sigue en torno a los 100 puntos básicos— ante el temor de los mercados a no recuperar el dinero. «Si ahora no hay una apuesta decidida de la UE puede ser su certificado de defunción», argumenta el secretario xeral de CCOO en Galicia, Ramón Sarmiento. «Somos una Unión Europea, no una suma de entidades distintas. Hay que estar a las duras y las maduras», opina Fontenla.

Después del virus

« La crisis del coronavirus tiene que servirnos para hacer un replanteamiento de la actividad económica en Galicia», afirma la profesora María Cadaval. La falta de material sanitario ha desvelado los problemas de la apuesta sin límites por la globalización. Ni mascarillas, ni batas, ni respiradores, ni PCR, ni pruebas diagnosticas se fabrican en la Comunidad o en el resto de España. «Había que reindustrializar Galicia» , asegura también el portavoz de la patronal gallega. Cadaval indica que desde hace tiempo los economistas han advertido de las consecuencias por implantar un modelo centrado en el turismo, un «sector inestable» con empleo temporal frente al industrial, más «sólido y solvente». «La pandemia ha puesto en evidencia los riesgos que asumimos todos al concentrar geográficamente la fabricación de bienes . Sin duda vamos a ver una mayor diversificación geográfica, de la que China como gran fábrica del mundo hoy puede salir perjudicada», considera el director del Foro Económico, Santiago Lago. Para Ramón Sarmiento es necesario también aprovechar esta crisis para repensar como debe de ser el tejido productivo de la Comunidad. «La Xunta tiene que entender que la respuesta a esta crisis tiene que ser consensuada y no unilateral . Debe fraguarse un acuerdo amplio en el que estén trabajadores, empresas, universidades...», reclama. Muchas de las recetas para que el impacto del Covid-19 no se cebe con la economía llevaban ya años encima de la mesa . Aprovechar potencialidades como la producción de alimentos o la madera y completar aquí el proceso productivo, apostar por el I+D+i o afrontar decididamente la descarbonización son recetas ya conocidas. «Esperemos que el coronavirus sea una oportunidad para que las llevemos a la práctica», subraya María Cadaval.

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