¿Pueden los Franco vender el Pazo de Meirás?

Dos son los frentes abiertos desde Galicia. Por un lado, la Diputación de La Coruña y una treintena de ayuntamientos de toda la Comunidad —en su mayoría gobernados por la izquierda y el nacionalismo— han puesto en marcha una Junta pro Devolución del Pazo de Meirás. Alegan que los Franco no lo recibieron fruto de una generosa donación en 1938 , sino como consecuencia de la coacción a la que diversos notables coruñeses sometieron a la sociedad civil y el empresariado de entonces. Además, los jardines del Pazo son el resultado de la venta a estos prohombres de las fincas colindantes, un proceso sobre el que también se han sembrado dudas sobre la libre voluntad de los vendedores.

En paralelo, y después de que los Franco incumplieran repetidamente con la obligación de abrir Meirás al público —algo a lo que les obliga la Ley 5/2016 de Patrimonio Cultural de Galicia, al tratarse de un inmueble declarado Bien de Interés Cultural (BIC) — la Xunta acabó por anunciar la creación de una comisión de expertos para evaluar posibles vicios de nulidad en la adquisición de la propiedad del Pazo. Este anuncio lo efectuó el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, el pasado mes de septiembre. La premisa bajo la que actúa la Xunta es explorar la fórmula para que Meirás regrese al patrimonio público sin que ello le cueste un euro a las arcas públicas , porque «los gallegos no van a pagar dos veces», ha insistido en repetidas ocasiones. Hasta el momento no han trascendido avances en estos trabajos.

De explorarse esta vía, ¿podrían las administraciones públicas solicitar la paralización de la venta de Meirás hasta que se esclarezca si existen vicios de nulidad en la adquisición de la propiedad? Fuentes jurídicas consultadas por ABC lo ven posible porque «tanto la Xunta como el Concello de Sada o el Gobierno central tienen legimitación activa para iniciar ese proceso civil» , y dentro de ese proceso, solicitar medidas cautelares que paralizaran cualquier cambio de titularidad en Meirás . Sin embargo, desde la Xunta reconocen que la solicitud de estas medidas «podría acarrear que, a posteriori, la familia reclamara daños y perjuicios si se impidió una venta efectiva del inmueble».

Las fuentes jurídicas consultadas se muestran escépticas ante el hecho de que pudiera prosperar la vía civil para recuperar Meirás para el dominio público. «Los Franco poseen un título de propiedad perfectamente válido y por tanto, tienen plena capacidad para la venta del Pazo» , explicaron a este periódico. Además, tampoco descartan que los supuestos vicios de nulidad «estén prescritos».

No obstante, la Ley 5/2016 faculta a la Xunta para ejercer derecho de retracto y tanteo en el caso de que los Franco cuelguen finalmente el cartel de «se vende» a la residencia de verano del dictador. La normativa en vigor especifica además que la simple intención de venta del inmueble deberá ser comunicada a la Comunidad Autónoma. Según informaron a ABC fuentes del gobierno gallego, los Franco no han trasladado a la Xunta su intención de vender Meirás. «Lo que sabemos es por los medios», indicaron a este periódico.

Las mismas fuentes han explicitado que los Franco tienen «la obligación de comunicar la venta», pero que la Xunta «no está obligada a comprar Meirás» ya que «estamos mandatados por una resolución parlamentaria para no destinar dinero público» . La propiedad está a la espera de la tasación, por lo que se los Franco desconocen por el momento cuánto pedirán por ella. El entorno de la familia ha desmentido las cifras que se han manejado a lo largo de este viernes.

El Pazo de Meirás está catalogado como Bien de Interés Cultural desde el año 2008, después de que el gobierno bipartito PSOE-BNG incoara el expediente de declaración. Su consideración es de «sitio histórico», por entender que es un «lugar vinculado a episodios relevantes del pasado, a tradiciones populares o a creaciones culturales singulares de interés histórico , paleontológico, siempre que esté relacionado con la historia humana, etnológico, antropológico o científico y técnico». En la declaración, se puso de manifiesto que Meirás fue «una fantasía personal de Emilia Pardo Bazán, un sueño o recreación arquitectónica que está muy unida a su figura y personalidad y que es, incluso, soporte de sus ficciones literarias».