«Emergencia» en Alcoa San Cibrao

Fuentes de la multinacional estadounidense explican a ABC que por el momento no hay ninguna decisión tomada sobre si las nuevas medidas afectarán a la planta de la Mariña. En principio, entre los activos que piensa desprenderse la compañía no estaría el centro de producción de San Cibrao , dado que la planta —la única que queda en España para la producción de aluminio primario— sigue siendo un centro estratégico. Pero la factoría sí se podría ver afectada por la revisión que realizará la multinacional en el plazo de 12 a 18 meses para «reducir costes y tener una rentabilidad sostenible» . Alcoa estima que San Cibrao cerrará este año con unas pérdidas de entre 50 y 60 millones de euros y ya ha paralizado 32 de las 512 cubas de electrólisis, reduciendo su producción.

Para tomar decisiones como «cierres o ventas», opina el comité de empresa, se analizarán criterios como los costes de producción. En San Cibrao, la factura eléctrica supone el 40% del total y Alcoa, como el resto de industrias grandes consumidoras de energía, paga el megavatio un 50% más caro que sus competidores de países como Francia o Alemania , recuerda la compañía. José Antonio Zas, secretario de sección sindical de CCOO y miembro del comité, considera que Alcoa le ha otorgado a la planta cinco años de vida. «Una planta así no se puede cerrar de un día para otro, pero le irán bajando la producción hasta cerrarla», pronostica el sindicalista.

En su comunicado el comité de empresa llama a los vecinos de la comarca a participar masivamente en la concentración prevista para el próximo jueves en Burela. La fábrica de San Cibrao emplea de forma directa e indirecta a unas dos mil personas en la Mariña lucense y genera casi una tercera parte del PIB de la provincia. «Se trata de una auténtica emergencia para nosotros y para toda A Mariña. Emergencia que solo puede solucionar el Gobierno concretando las medidas que va a poner para reducir el precio de la energía al nivel de otros países», aseguran los trabajadores.

El conselleiro de Economía, Francisco Conde, insiste en responsabilizar al Ejecutivo de Sánchez de la situación. «La inacción del Gobierno está poniendo en una situación absolutamente límite a la planta de Alcoa en San Cibrao» porque la multinacional está trasladando unos resultados que «no permiten ser optimistas desde el punto de vista de la empresa», afirmó Conde, según informa Ep. El conselleiro le pide que reaccione para poner a disposición de la industria electrointensiva un «precio competitivo». Pero la ministra de Industria, Reyes Maroto, visitó la semana pasada la planta sin ofrecer ningún tipo de medida. Maroto se limitó a reiterar que el estatuto para las electrointensivas —un paquete de medidas con el que se pretende rebajar el precio de la electricidad— no podrá ser aprobado hasta que se forme nuevo Gobierno tras las elecciones del 10-N. El primer intento de estatuto, que teóricamente iba a aprobarse antes de las pasadas elecciones, cayó en saco roto después de que Competencia alertase de que la UE podría tumbar los incentivos al considerarlos ayudas de Estado. Maroto afirma que los errores han sido subsanados, pero nadie ha visto todavía el nuevo borrador. « El anterior no aportaba ninguna solución», aseguran fuentes de Alcoa. Conde considera que el Ejecutivo central tiene capacidad para aprobar el estatuto pese a estar en funciones, y afirma que a la Xunta le preocupa «enormemente esta inacción», porque significaría «desmantelar a la industria desde Madrid».

En un acto de precampaña electoral celebrado en Lugo, el BNG también condicionó un hipotético apoyo a Pedro Sánchez para formar Gobierno a que exista una solución para Alcoa.