Alvariño tira la toalla y deja vía libre para el relevo al frente de la patronal

Una decisión que, según las fuentes consultadas, «era esperada en el fondo y en las formas». Durante las últimas semanas y ante los rumores crecientes de una posible dimisión, varias fueron las voces que insinuaron que nunca dimitiría «por orgullo». Y así ha sido, el empresario dejaba claro que no se trata de una dimisión, sino de «una especie de delegación de funciones» . «He encomendado al secretario general y al comité ejecutivo todo el proceso electoral y la gobernabilidad», confirmaba ayer el propio Alvariño.

Su intención pasa ahora por dejar vía libre para el relevo al frente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) , un puesto para el que suena con fuerza el presidente provincial de Orense, José Manuel Pérez Canal, quien pese a afirmar que «ahora no toca hablar de este tema», se sabe que ya ha empezado a mover ficha para concitar el apoyo de las demás patronales . «Les he trasladado que no me voy a presentar, por tanto alguna gente ya quedará más tranquila», señaló Alvariño, al tiempo que informaba que durante la reunión se ratificó la aprobación del calendario electoral, que marca de plazo hasta siete días antes de la cita con las urnas la posibilidad de presentar candidaturas. Las otras dos que se barajan son las del secretario general de Anfaco, Juan Manuel Vieites , y el también empresario orensano Antonio Diéter Moure .

El hasta ayer presidente de la CEG dejaba entrever un cierto tono de reproche al confirmar que no se presentaría a la reelección. «No pinto nada», llegó a admitir. «Si me fuera a presentar... (...) Ahora ya son ellos», señaló en declaraciones a Ep . Y lo cierto es que casi desde el principio de su mandato, tras relevar en el cargo a su eterno rival Fontenla, ha tenido que lidiar con una junta en la que el único apoyo lo representaba el presidente de la patronal pontevedresa, Jorge Cebreiros. Con tres de las organizaciones provinciales en contra y un nutrido grupo de las sectoriales se presentaba difícil superar la crisis económica en la que está inmersa la institución, que llegó a pedir un crédito de 400.000 euros para poder hacer frente a las nóminas de sus 22 empleados. Esto, pese a haber aplicado un duro ajuste contable con reducciones de hasta el 50 por ciento en los gastos de personal y explotación, gabinete de presidencia y comunicación.

Con este último paso, Alvariño pone freno a la cuitas internas que derivaron de su gestión , pero en ningún caso a la situación económica de la Confederación, que mantiene sin aprobar las cuentas de 2014 (auditadas y sin anomalías). Ni el comité ejecutivo ni la junta directiva , reunidos este martes, abordaron la situación de las cuentas, un punto crítico que acrecentó el malestar del sector opositor por las autocontrataciones (el seguro de la CEG y el servicio de coche oficial).

«Verdaderamente no se tocó el tema, ahora la junta de portavoces tenemos una labor importante que hacer en la normalidad», explicó Fontenla, al frente de la junta integrada por las cuatro vicepresidencias que completan Pérez Canal por Orense, Cebreiros por Pontevedra y Jaime López por Lugo. Abierto el proceso electoral, al que el empresario coruñés no concurrirá, tal y como ayer avanzaba, las cartas están echadas. Sin que haya candidatos postulados por el momento, los empresarios gallegos , con un censo de 208 integrantes, deberán elegir nuevo patrón el próximo 15 de enero.