El inicio de las pesquisas tuvo lugar el pasado enero de 2023, cuando el delincuente inició una relación laboral en una conocida empresa de joyería. El hombre fue contratado para gestionar las redes comerciales online y encargarse del apartado informático y relacionado con las nuevas tecnologías, para lo que firmó un contrato de confidencialidad por la cantidad de datos que iba a conocer de la empresa.
La relación laboral tan sólo duró un mes, dado que el empleado decidió motu proprio rescindir el contrato. Si bien, a los pocos días, aprovechando que conocía toda la logística informática de la compañía, accedió a los terminales de la empresa de forma remota desde su domicilio en Alfaz de Pi para realizar gestiones de devolución de pedidos y encargos a otros proveedores, lo que generó un perjuicio económico a la joyería que ascendía a 2.000 euros en total.
En este sentido, la empresaria responsable de la joyería acudió a denunciar el hecho a Comisaría, por lo que el Grupo VI de Policía judicial comenzó a investigar las facturas aportadas en la declaración y los dominios web en los que se habían realizado los cargos económicos.
Detenido tras el rastreo de la dirección IP
Además, tras solicitar los permisos judiciales oportunos, lograron averiguar las direcciones IP desde donde se habían realizado los encargos y los accesos indebidos a las bases de datos de la joyería, lo que completó la recabación de pruebas digitales para aportar en el juzgado y resultó en el total esclarecimiento de los hechos.
Finalmente, los agentes localizaron al autor de los hechos, un varón de nacionalidad española, que fue detenido por la presunta comisión de los delitos de revelación de secretos y ataque informático, siendo trasladadas todas las actuaciones policiales al Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Benidorm.
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