«La muerte de nuestra hija Emma se podía haber evitado después de haber ido tres veces a Urgencias»

«Era una maravilla de niña, deportista, festera en el pueblo, futbolista y una estudiante sobresaliente», expresa Ramón a ABC. Hace algo más de una semana, la menor comenzó a vomitar, a sentir dolor en su abdomen y a padecer fiebre. Acudieron hasta en tres ocasiones a un centro sanitario. En ninguna de estas visitas le practicaron -según argumentan sus padres-, una sola prueba que descubriera la dolencia que sufría. Ahora, sus restos descansan en una urna de piedra blanca junto a una rosa, un peluche y una fotografía en la que aparece junto a su familia cuando era más pequeña.

Todo comenzó el pasado 29 de enero, cuando la adolescente sintió fuertes dolores abdominales, vómitos, fiebre y diarrea. Beatriz, su madre, decidió llevarla al centro de Urgencias de Viver, a unos tres kilómetros de Jérica, donde el facultativo que le atendió restó importancia a sus afecciones: «Le dieron un primperán, la mandaron a casa y ya está», apunta Ramón Martínez.

Los padres le preguntaron si podía tratarse de una apendicitis, puesto que en la familia se había registrado algún caso años atrás. No obstante, el médico argumentó que «no creía que fuera eso», sino «posiblemente un dolor ovárico, porque le iba a bajar la primera regla, o un virus estomacal», explica.

Los dolores no cesaron y Emma volvió por segunda vez a Urgencias de Viver junto a su madre con un resultado idéntico pese a ser atendida por otro especialista: «Ni siquiera la tocaron y dijeron que si le habían diagnosticado un virus es normal que tarda en recuperarse».

«Ella ya no podía ni caminar erguida», comenta el progenitor, quien decidió llevarla al Hospital de Sagunto a la mañana siguiente viendo el grave estado en el que se encontraba su hija. «Le hicieron un análisis de orina y le auscultaron la barriga, pero poco más. Verían que estaba dentro de lo normal y nos mandaron para casa», relata a este periódico.

En esta dramática situación en la que Emma no mejoraba llegaron al pasado domingo. La menor perdió el conocimiento y sus padres la llevaron por tercera vez al mismo centro de Urgencias, donde al poco tiempo entró en parada cardiorrespiratoria. Los servicios médicos lograron estabilizarla y trasladarla al Hospital Clínico de Valencia, a unos 45 kilómetros de distancia, donde iba a someterse a una operación de urgencia.

En este centro hospitalario de la capital del Turia volvió a sufrir una nueva parada de la que no recuperarse pese a los intentos de los equipos sanitarios. Finalmente, falleció a las dos de la madrugada del lunes a causa de, según el diagnóstico médico, de una peritonitis purulenta y una infección en la sangre que provocó un fallo múltiple en su organismo.

«La sensación de que se podía haber evitado es muy profunda e intensa. Si con los mismos síntomas las tres veces no se hace para descartar una peritonitis, pues sentimos impotencia porque creemos que se podía prevenido si no en la primera, en la segunda visita», asevera Martínez.

Por su parte, la Conselleria de Sanidad ha abierto una investigación por la muerte de Emma. La vicepresidenta portavoz de la Generalitat, Aitana Mas, ha confirmado en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell que, «como no puede ser de otra manera», la Administración ha iniciado las pesquisas para «esclarecer los hechos» del fallecimiento de la menor.

Tras mostrar el pésame del Consell a la familia, Mas ha explicado que el director gerente del Hospital de Sagunto ya se ha puesto en contacto y a disposición de la familia para «colaborar en todo lo que sea necesario». De hecho, el propio conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, ha citado a los padres de la pequeña a una reunión la próxima semana.

La niña era hija de un edil socialista en el Ayuntamiento de Jérica, institución que ha lamentado «profundamente» el fallecimiento de la menor, ocurrida el pasado fin de semana, y celebró un pleno extraordinario en el que se decretó un día de luto oficial y se mostraron las condolencias y solidaridad del municipio con la familia de la niña.

La familia, según explica el consistorio en una red social, ha convocado para este sábado, en la Plaza del Ayuntamiento de la localidad, un minuto de silencio en memoria de la niña, a las 11.00 horas, para que «el fallecimiento de Emma no caiga en el olvido«, y ha agradecido las muestras de apoyo y cariño recibidas en estos momentos.

Durante este viernes, sus compañeros de clase de primero de la ESO y el resto de alumnos del IES Jérica-Vives, han guardado un respetuoso minuto de silencio a las puertas del centro, acompañando a los familiares de Emma, que ya han puesto en manos de sus abogados el caso para conseguir depurar responsabilidades en una muerte completamente evitable.