La localidad castellonense de Jérica llora la pérdida de Emma, una niña de 12 años que murió el pasado lunes a causa de una peritonitis en el Hospital Clínico de Valencia. Beatriz y Ramón, sus padres, la llevaron al médico hasta en tres ocasiones ... y, en ninguna de ellas, le diagnosticaron una dolencia de gravedad, pese a que la menor llevaba una semana sufriendo vómitos, dolores abdominales y fiebre. Ahora, pretenden denunciar a la Administración por posible negligencia médica.
El pasado 29 de enero, la menor comenzó a sentir fuertes daños en el abdomen y a vomitar de manera constante. Ante tales dolencias, los progenitores se trasladaron al centro de Urgencias de Viver, donde el médico de guardia no le detectó ninguna problema grave, aludiendo que podría tratarse de un dolor ovárico o un virus estomacal, aunque la madre le advirtió de que podría ser una apendicitis por su historial médico familiar.
Cuatro días después, la mujer acudió al mismo centro sanitario donde le atendió otro facultativo que le repitió, según apuntan en su denuncia, los mismos argumentos que su compañero. Al volver a casa, su hija no podía ni caminar, por lo que decidió llevarla al hospital de Sagunto, donde tan solo «la palparon un poco» y le realizaron un análisis de orina sin que resultara concluyente.
Llegados a este punto, el pasado domingo 5 de febrero, la menor perdió el conocimiento y volvieron a llevarla a Urgencias de Viver, donde entró en parada cardiorrespiratoria. El equipo médico del SAMU logró estabilizarla y trasladarla al Hospital Clínico de Valencia, donde un equipo pediátrico iba a practicarle una intervención quirúrgica. No obstante, entró de nuevo en parada y, tras dos horas tratando de reanimarla, murió de madrugada a causa, según indican los padres, de una «peritonitis purulenta» y una infección de sangre que pudo provocarle un fallo multiorgánico.
Ante esta situación, los progenitores tienen previsto llevar el caso por la vía legal presentando una denuncia contra la Administración por una presunta negligencia y dejadez de funciones, ya que apenas le practicaron pruebas médicas en sus tres visitas a centros hospitalarios, donde ningún facultativo pudo diagnosticarle la dolencia que acabó con su vida.
Por su parte, la Conselleria de Sanidad lamentan la muerte de la menor y se mostraron a disposición de la familia para estudiar el caso con mayor detenimiento, aunque primero deberán recibir la denuncia para comenzar una investigación interna sobre el prematuro fallecimiento. El Ayuntamiento de Jérica, donde ejerce de concejal el padre de la niña, ha decretado un día de luto por unos hechos que han consternado a todos los vecinos del pueblo.
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