«Si tu mesa tiene cuatro personas la propina debe ser el 15% de la cuenta»: clamor contra un cartel en un bar

Como argumento para convencer a su clientela de esta contribución, expone lo siguiente: «Le recordamos que la propina deja para la mesera forma parte de su sueldo, por tanto, para ella es muy importante». Y conmina a «no olvidarse» del bote al tiempo que da las «gracias por la comprensión».

No obstante, en X (antes Twitter) esta recomendación a los consumidores ha encontrado muy poca receptividad. «Que en España el sueldo no depende de las propinas, no depende de la caridad de la gente, depende de quién contrata y debe hacerlo en base a la ley», subraya la primera entre una interminable sucesión de reacciones rechazo al contenido de este post en la cuenta @soycamarero, que lleva un ritmo de casi cien mil reproducciones por hora y en poco más del tiempo que dura una jornada laboral ha superado las 800.000.

El clamor contra esta pretendida «obligación» de añadir dinero de su bolsillo al importe de la consumición es unánime y apuntan muchos a que no cotiza a la Seguridad Social y, por lo tanto, va en detrimento del trabajador.

«En España ya hay una ley que garantiza un salario mínimo. En otros países con otra cultura lo puedo entender. En EEUU suelo dejar una propina del 20 %. Todo depende del país y la cultura donde estés», apunta otro internauta, una opinión compartida por varios más, que aluden a sus viajes al extranjero, aunque siempre inciden en que en todo caso hay sugerencias y nunca se obliga.

Predominan en este largo hilo de comentarios calificativos como «vergüenza», falta de «dignidad» o «inmoralidad», y además hay quienes advierten de que boicotearían a un establecimiento que les conminara a pagar ese extra en esos términos: «Si yo veo ese cartel, me marcho; y, si puedo, llamo a la Inspección Laboral», o también «yo suelo dejar propina, pero si veo un cartel semejante en un local o veo en un ticket alguna referencia a propinas, no dejo ni un céntimo y, por supuesto, no vuelvo a pisar el bar, cafetería, restaurante…»

El influencer valenciano Jesús Soriano, al compartir la foto de este cartel en su cuenta de X, se limita a abrir este intenso debate («¿qué opináis?»), si bien parece haber un consenso inapelable en contra. «Una práctica de coacción sentimental y algo mafiosa, poned salarios dignos, en vez de cartelitos ruines», sentencia uno de los seguidores más contundente.