La prioridad del título de valenciano frena la incorporación de audioprotesistas a los hospitales de la Generalitat

Aunque formalmente ya está aprobado por la Generalitat el concurso por méritos, publicado el pasado diciembre de 2022, en la práctica está bloqueado el proceso y se va a ralentizar por la exigencia lingüística como mérito, una cuestión que suscita quejas desde hace tiempo en el gremio médico y de la salud pública.

En un debate nacional organizado por la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios (SETSS) en Granada el pasado fin de semana, salió a relucir la iniciativa pionera del Gobierno de Ximo Puig para una reivindicación histórica, pero que de facto se ha quedado de momento en papel mojado, sobre todo, en la bolsa de empleo, camino previo a la consolidación de plazas estables.

Tradicionalmente, tanto las pruebas de audición (audiometrías) a adultos y la población, en general, así como los cribados neonatales para detectar sordera congénita en bebés, las realiza el personal de Enfermería, cuando debería asumirlas los profesionales cualificados, los audiólogos protésicos con titulación de Ciclo Formativo de Grado Superior (FP).

Es más, a corto o medio plazo, estos estudios serán de Grado Universitario y, en cualquier caso, los médicos especialistas en Otorrinolaringología también han reclamado -en un comunicado conjunto con SETSS- a las administraciones de toda España contar con este personal para mayor precisión en la atención frente a un problema de salud, la hipoacusia, que aumenta su prevalencia cada año, con nuevos síntomas molestos como los acúfenos (pitidos o zumbidos).

Si bien la mayoría de casos de presbiacusia (por la edad) se registran en mayores, el uso de auriculares ha propiciado que cada vez afecte a más jóvenes y hay informes a escala internacional que alertan de la demanda creciente de atención sanitaria y de saturación.

En el caso del chequeo que se hace a los recién nacidos, se trata de un examen especialmente sensible porque un retraso en diagnóstico de la sordera hace que luego el niño tenga dificultades en el aprendizaje del lenguaje. La detección precoz resulta crucial para el ajuste de audífonos o implantes cocleares que aseguren el desarrollo del menor sin perturbaciones.

En este contexto, la cuestión del título de valenciano se ve como un freno absurdo e «ilógico» por parte de los profesionales, tal como quedó patente en el citado debate, cuando hasta ahora había otros factores en contra, como el económico, por limitaciones presupuestarias.