Pocas veces tiene alguien menos motivo para quejarse que cuando se comporta con violencia. «Intolerable», sentencia el influencer valencianoJesús Soriano la queja del cliente de un bar que después de liarla en varias ocasiones, además recriminó haber recibido «muy mala ... atención y discriminación total».
En la réplica del propietario del establecimiento, muestra su incredulidad por esta calificación a sus servicios. «¿Discriminación? Te refieres a cuando no te aguantabas en pie de lo borracho que ibas», recuerda en tono irónico. También, al momento en que tuvieron que llamar a la Policía «porque hiciste el gesto de cortarme el cuello».
Y añade a su relato otro detalle impresentable de este encontronazo: «Escupiste todo el cristal de la puerta de entrada».
Además, no era la primera ocasión en que ocasionaba problemas, incluso incordiando a otros clientes del bar. «Otro día te tuve que echar porque intentabas vender sustancias y molestar a niñas de 14 años que estaban tranquis en la terraza», rememora.
Con este historial reincidente, el hostelero no duda en vetarle la entrada en lo sucesivo: «No vuelvas más, por la cuenta que te trae».
En general, las reacciones a este casi altercado contado en redes se alinean con el dueño del establecimiento, con algunos matices sobre que si no era la primera ocasión, no debía haber atendido a este cliente de nuevo, o demuestra que se pliega únicamente por el interés económico de hacer caja.
«Liarla día sí, día también, y encima poner una queja», comenta uno de ellos, mientras varios dicen «olé» al hostelero y uno proponer «hacerle la ola», en un hilo con casi 80.000 reproducciones en un día, difundido en la cuenta de @soycamarero en X (antes Twitter).
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