Según ha informado el Instituto Armado en un comunicado, los agentes abrieron la investigación a finales de 2024, cuando el Puesto Principal de Moraira detectó varios robos con fuerza en viviendas unifamiliares de la zona. Tras ello, se dio inicio a la denominada operación 'Mimopar'. El autor actuaba preferentemente durante la noche, tras vigilar previamente los inmuebles para asegurarse de la ausencia de moradores.
Una vez seleccionado el objetivo, accedía al interior forzando puertas o ventanas, siempre con el rostro cubierto para dificultar su identificación en las cámaras de seguridad, y sustraía dinero en efectivo, joyas, dispositivos electrónicos, herramientas y otros efectos de valor.
Durante los primeros meses de 2025 se intensificaron los hechos delictivos, especialmente en Benissa, donde tuvo lugar más de una decena de robos con el mismo modus operandi. Las pesquisas de los agentes permitieron identificar finalmente al presunto responsable, un delincuente que había sido identificado en diversas ocasiones por patrullas de la Guardia Civil mientras merodeaba a altas horas de la madrugada por las urbanizaciones afectadas.
Una vez estudiados los indicios recopilados por los agentes, se procedió a la detención del sospechoso y se procedió a la entrada y registro de su domicilio en Calpe. Así, en el interior de la vivienda se recuperaron numerosos objetos sustraídos como ordenadores portátiles, videoconsolas, joyas, perfumes de alto valor, herramientas, ropa y complementos de marcas reconocidas, así como dos armas de fuego procedentes de un robo cometido la noche anterior.
Con esta operación se han esclarecido hasta el momento 17 delitos contra el patrimonio, de los que una quincena eran robos con fuerza en viviendas y otros dos en el interior de vehículos, si bien los agentes no descartan la aparición de nuevas víctimas.
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