Las pruebas efectuadas por el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil con los jirones encontrados en el domicilio donde, según la versión de su descuartizador confeso, Jorge Ignacio Palma , murió Marta Calvo no han servido para obtener ADN y cotejar si pertenecen a la joven.
De acuerdo con fuentes de la investigación, el reducido tamaño de los restos encontrados y su degradación por el empleo de productos de limpieza industrial que empleó Jorge Ignacio Palma para borrar cualquier rastro han imposibilitado la extracción de material genético para poder compararlos con los de su madre y comprobar que pertenecen a la joven desaparecida.
Con todo, los agentes otorgan credibilidad a la versión del detenido, que sigue en la cárcel en el marco de una causa abierta por homicidio, en lo que respecta a su declaración en la que sostuvo que descuartizó a Marta Calvo tras un noche de «fiesta blanca» en la que se combinaron prácticas sexuales con el consumo de droga.
Sin embargo, la Guardia Civil cree que Palma puede estar mintiendo en la forma en la que se deshizo del cadáver para poner trabas para su hallazgo, toda vez que podría incriminarle en una muerte violenta.
Hasta la fecha, las batidas en el vertedero de Dos Aguas en busca de los restos de Marta Calvo han resultado infructuosas.
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