Juan Roig «redobla» su apuesta por el emprendimiento con 80 nuevas «startups» en Lanzadera

Para esta nueva temporada, el presupuesto destinado los proyectos gira en torno a los nueve millones de euros, un 30% más que el año pasado, según indica el director. Además explica que, como novedad, los emprendedores pueden enviar «desde hoy» sus proyectos durante todo el año –hasta ahora solo podían hacerlo una vez al año–, ya que Lanzadera abre tres ventanas de entrada a los distintos programas (en septiembre, enero y mayo), pero se van a estar revisando y analizando proyectos durante todo el año. De esta forma, indica Jiménez, la incubadora «se ajusta a los tiempos y a las necesidades de los clientes, que son los emprendedores».

En total, son ya 70 las empresas que han crecido con el apoyo de Lanzadera, que ha destinado hasta el momento once millones de euros para financiar sus proyectos. Entre ellos, la aceleradora señala que se han generado más de 220 puestos de trabajo directos, «consiguiendo también atraer a inversores externos que han invertido 13 millones de euros».

En un enclave inmejorable de oficinas con vistas al mar –el edificio se situa en las instalaciones de La Marina de Valencia–, los participantes de los programas reciben «formación en áreas fundamentales para el desarrollo de sus ideas» y la financiación «en formato de préstamo al 0%».

«Toda empresa lleva innato el componente del riesgo; hay veces que funcionan más y otras que menos». El éxito de Lanzadera se entiende, de acuerdo con Jiménez, gracias a que tiene, por un lado, a Juan Roig –«una persona que ha demostrado que en esto de hacer empresas sabe y mucho», añade–; por otro, a que trasladan «el modelo de gestión empresarial de calidad total de Mercadona». Un modelo que han aprendido durante 40 años y cuyas experiencias y trato entre proveedores y clientes «se traslada a los proveedores para que se equivoquen menos y vayan más rápidos».

A pesar de todo, el director de Lanzadera asume que siempre se cometen errores, aunque sirven para aprender de ellos: «El fracaso sirve para mejorar y abrir mucho los ojos». Por encima de todo, Jiménez destaca que en España hay muchas aceleradoras, especialmente en Valencia, «y muy buenas» por lo que entre todos están aportando su «granito de arena» para dar salida a este talento emprendedor.