Quim Torra, dispuesto a dimitir si no logra aprobar los presupuestos de la Generalitat

Asimismo, Torra ha apuntado que su postura es «un mandato de autoexigencia». Sin embargo, la difícil aritmética parlamentaria que sustenta en estos momentos al Ejecutivo catalán hace por lo menos complicado que el actual presidente de la Generalitat pueda aprobar las cuentas sin sobresaltos. No en vano, solo cuenta con el apoyo expreso de los diputados de Junts per Catalunya y ERC.

La CUP ya anunció esta semana que ve difícil su apoyo a los presupuestos que deberá aprobar Torra para el año que viene -los actuales los prorrogó el Estado durante la intervención de la Generalitat-. «Es perfectamente posible que no nos pongamos de acuerdo», aseguró la semana pasada el diputado y jefe de filas de los antisistema en el Parlament, Carles Riera. Asimismo, calificó de «neoliberales» las cuentas que redactan neoconvergentes y republicanos para el año que viene.

Con este escenario, Torra podría estudiar aprobar los presupuestos catalanes con los votos de partidos no independentistas. Esa opción es difícil pero tanto Catalunya en Comú-Podem como el PSC han tendido la mano al Govern siempre y cuando parque su agenda rupturista y se centre en los problemas sociales y económicos de la comunidad.