Jordi Turull se olvida de la «República» y pide diálogo al Estado en su discurso para una investidura fallida

Turull ha marcado un perfil bajo , ha lanzado un mensaje de «paz» y ha resaltado la «responsabilidad» de los catalanes ante un cruce de caminos «histórico». El diputado de la formación de Carles Puigdemont ha pronunciado su discurso en catalán, castellano y aranés con seguridad dialéctica, pero sin convencimiento, mirando sus papeles en todo momento y visiblemente nervioso, consciente que sus palabras iban a acabar con una nueva investidura fallida de los independentistas.

Después de una breve intervención centrada en destacar los agravios del Gobierno con Cataluña y en el que ha enumerado los retos de la comunidad, Turull ha empezado la tradicional «lista de la compra» en la que ha ido explicando uno por uno los éxitos y desafíos del gobierno catalán. El candidato ha ido explicando sin entusiasmo propuestas de ley, planes para la educación, la sanidad y el territorio pero sin referencias al proyecto «republicano» del que hablan los independentistas a todas horas.

«¿Porqué ahora no se quiere hablar?» , se ha limitado a lamentar Turull antes de pedir que se escuchen las voces de los catalanes que han votado repetidamente por opciones secesionistas. «Diálogo, diálogo, diálogo. Diálogo, negociación y acuerdo», ha reiterado el candidato, en un discurso tranquilo y enormemente pactista que no encaja con las peticiones «rupturistas» de la CUP. Las palabras de Turull han estado vacías de la épica típica del nacionalismo catalán, siempre sediento de días históricos . Hoy no ha sido uno de ellos.

«Si ante esta hora grave hubiera buscando el confort tendría menos dolores de cabeza, pero sería una alma en pena. Prefiero el riesgo de ser víctima de injusticias que desentenderme de un momento como el actual», ha agregado ante un hemiciclo que ha seguido con atención un pleno que ha nacido frustrado, ya que su misma celebración era un trámite protocolario tras la decisión de la CUP de no investirle.