Carles Puigdemont asegura que volverá a Cataluña si es elegido eurodiputado

«Soy un ciudadano libre en la UE, no hay ninguna orden de detención y disfruto de todos mis derechos. No hay ningún argumento jurídico que me impida ser candidato a las elecciones europeas. España no puede poner ningún impedimento para que no argumentos», ha afirmado el exalcalde de Gerona en una entrevista en Rac1.

Asimismo, Puigdemont ha asegurado que que si el Parlamento Europeo valida su elección y se activa su inmunidad, podría decidir qué acta elige al tener también la del Parlament.

Lo que obvia Puigdemont en sus declaraciones es que según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), los eurodiputados «electos» deben jurar o prometer la Constitución antes de conseguir su acta de diputado en el europarlamento. A diferencia del acta del parlamentario autonómico, donde puede hacerse de forma delegada, este paso debe realizarse «ante» la Junta Electoral Central , órgano que regula las convocatorias a las urnas y que tiene su sede en Madrid.

Si este «ante» supone que Puigdemont tenga que acudir físicamente a la capital para «jurar o prometer» su nuevo cargo este sería inmediatamente detenido al cruzar la frontera, pues la Justicia española le reclama en territorio nacional. No obstante, se pueden dar dos supuestos, se apunta desde el entorno independentista: que se haga una interpretación benévola de la norma y se permita que el expresidente jure su cargo de forma no presencial -bien sea por carta, videoconferencia o delegando esta gestión- o que por el contrario, Puigdemont se eche atrás y deje su sitio vacante.

No es la primera vez que el expresidente cesado esgrime su eventual vuelta a España como argumento para movilizar al electorado independentista. No en vano, esta fue la promesa que abanderó durante la campaña electoral para las elecciones anticipadas del 21-D. «Para que vuelva el 'president' hay que votar al 'president'» , rezaba un eslógan de campaña de su partido, Junts per Catalunya, no obstante, eso no se produjo, Puigdemont nunca regresó y desde entonces reclama ser investido «a distancia» sin pisar España.