El boicot de la CUP a la marcha del sábado abre otra crisis con Junts pel Sí

La negativa de la CUP a acudir a la manifestación de repulsa de los atentados del próximo sábado en Barcelona si a la misma asistía Su Majestad el Rey o el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha causado un profundo malestar entre las filas de Junts pel Sí, que ven como sus socios anticapitalistas quiebran todos los esfuerzos que se están haciendo para no mezclar la gestión de los atentados de cualquier otra controversia política.

De hecho, el domingo por la noche, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont , calificaba de «lamentable» la postura expresada por sus socios parlamentarios, a los que les pidió que se replanteen su posición. La CUP había señalado que consideraba «hipócrita» la presencia de Don Felipe en Barcelona, denunciando la relación entra la Corona y las monarquías del Golfo Pérsico que, según aseguraron, financian el terrrorismo internacional. Para Puigdemont, en una entrevista en La Sexta, en la manifestación del sábado «no hay derecho de admisión (...) Todo el mundo deber estar. Les pido que se lo re replanteen».

La postura de la formación anticapitalista fue denostada por todos los partidos políticos, que lamentaron la quiebra de la unidad en un momento tan sensible. También por parte del Gobierno, que por boca del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, consideró «lamentable» que una formación «radical y extremista» ponga en duda su participación en la manifestación.

El rechazo vino también por parte de ERC, cuyo líder, Oriol Junqueras , también vicepresidente de la Generalitat, señaló sobre la postura de la CUP que es «muy importante que participe cuanta más gente mejor».

El líder de ERC admitió estar «en las antípodas» en muchas cuestiones con el presidente del Gobierno pero admitió que «es evidente que ante un atentado como el que se ha producido y el dolor que provoca, se genera empatía».

La postura dentro del partido republicano no es unánime. Mucho menos templado que Junqueras, el portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián , se sumó a la posición de los antisistema y expresó su rechazo a que los Reyes estén a la cabeza de la manifestación . «La manifestación del 26A la deben liderar héroes por su cometido y no reyes por su apellido», escribió Rufián en las redes sociales.

Por otra parte, y aunque en una posición que las adminstraciones desvinculan totalmente de la CUP, que lo exigían como condición para ir a la marcha del sábado, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat confirmaron este lunes que se quiere dar todo el «protagonismo» en la manifestación a organismos como servicios de emergencias o cuerpos de seguridad, que a su juicio se demostraron «imprescindibles». Fuentes de ambas instituciones citadas por Ep, aseguraron que se trata de un deseo expresado «desde el primer momento», antes de que la CUP pusiera sobre la mesa su posición.

El objetivo tanto del Govern como del Ayuntamiento es que sean «los ciudadanos» quienes lideren la concentración porque consideran que son ellos los verdaderos protagonistas, y ambos hacen hincapié en la necesidad de mantener la unidad.

Policías, servicios médicos, taxistas, comerciantes y todos aquellos colectivos que de un modo u otro ayudaron a los afectados liderarán la marcha, con los representantes institucionales por detrás. La alcaldesa Ada Colau apuntó que será una manera de «visibilizar a los héroes anónimos».