Según ha informado la Cámara catalana, con el nuevo presupuesto (apoyado por PSC, Junts y ERC, rechazado por Vox y Comuns; y la abstención del PP, CUP y Aliança Catalana) se afrontará «el reto de modernizar la administración parlamentaria para garantizar una gestión eficiente e innovadora» y con varios objetivos. Entre estos, más accesibilidad y transparencia, mejorar la acción climática, ampliar los espacios parlamentarios, actuar a favor de la equidad de género, contra el racismo y la no discriminación, extender la digitalización y mejorar los recursos humanos.
De los 63,9 millones, las remuneraciones del personal se llevarán 45,5 millones, aumentando un 13% respecto al 2024. Tras esta partida, los gastos corrientes en bienes y servicios contará con 12,3 millones; las transferencias corrientes, 3,9 millones; los gastos de inversiones reales, dos millones; y la variación de activos financieros tendrá unos 60.000 euros.
En el pleno de la semana que viene también se votarán los presupuestos para el año ya iniciado del Consejo de Garantías Estatutarias (3,6 millones de euros), la Sindicatura de Cuentas (16,1 millones) y el Síndic de Greuges (7,8 millones).
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