Tormenta política en Ponferrada
Crisis en el ayuntamiento tras el portazo de los de Vox al sentirse «traicionados» por PP y Coalición del Bierzo y quedarse sin las dos concejalías que creían suyas
La Diputación de León aprueba un presupuesto de 214,66 millones con los votos de PSOE, UPL y PP
Diego L. González
PONFERRADA
Vuelta a las andadas, políticas, en el Ayuntamiento de Ponferrada (León), un territorio sometido con demasiada frecuencia a controversias que trascienden lo meramente local. El sexto municipio de Castilla y León (63.221 habitantes) vive días de convulsión después de un movimiento protagonizado por los dos concejales de Vox ... que, desde el inicio del mandato, han venido apoyando al equipo de gobierno. Esa «tormenta política» provocó el aplazamiento del pleno previsto para este miércoles, en el que se deberían haber aprobado los presupuestos locales de este año. Y a partir de ahí, se desataron sacudidas y cruces de comunicados hasta que los representantes del partido de Abascal anunciaran ayer su renuncia «a sus sueldos y cargos», que pactaron con el PP pero que no estaban ejerciendo porque no existen.
El origen de esta situación es la composición de la corporación local de Ponferrada, después de las elecciones de mayo de 2023. Ganó el PSOE, pero sus once concejales no fueron suficientes para obtener una mayoría absoluta. En frente, el PP consiguió diez ediles, que se sumaron a los dos representantes de Coalición por el Bierzo (CB), para formar un ejecutivo que contó con los parabienes de Vox porque «desalojaba a la izquierda», argumentaron, del gobierno de Ponferrada. A cambio, los dos representantes de Vox lograron sueldos de 37.223 euros brutos anuales y se garantizaban dirigir dos institutos de Cultura y de Formación y Empleo, que se crearían posteriormente.
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Superados los primeros seis meses de mandato, llegó el primer gran desafío para el equipo de gobierno: aprobar su primer presupuesto y conseguir la constitución de ambos organismos. La redacción de las cuentas sirvió de excusa para que los concejales de Vox tensaran la cuerda de sus hasta ahora buenas relaciones con el alcalde, Marco Morala (PP), a quien amenazaron con no permitir que aprobara esos números.
Una reunión entre ellos terminó con la difusión de un comunicado en el que Vox anunciaba un pacto que interpretó como una incorporación plena al gobierno local en el que asumirían dos delegaciones de área, anunciando su voto a favor del presupuesto a cambio de la inclusión de doce enmiendas, entre las que planteaba recuperar más circulación de tráfico en tres calles que se acaban de convertir en semi peatonales; eliminar 35.000 euros de las partidas de Fiestas; o vaciar de contenidos a la novedosa Concejalía de Solidaridad e Interculturalidad, encargada de programas de acogida de inmigrantes.
Pero pocas horas antes del pleno de presupuestos, el alcalde de Ponferrada habría repensado ese acuerdo con Vox y anunció el aplazamiento de la sesión para revisar todas esas enmiendas, aunque previamente, y firmado de su puño y letra, ya se había comprometido con las peticiones. Marco Morala también dejó sin efecto el decreto por el que había delegado servicios a los concejales de Vox. En las filas bercianistas se aplaudían esas decisiones y añadían que el gobierno del Ayuntamiento de Ponferrada está integrado por solo dos partidos. Argumentos que sirvieron a los dos representantes de la formación de García-Gallardo para anunciar la renuncia a sus cargos y sueldos. Dicen sentirse «traicionados» por PP y CB porque rompieron el pacto que garantizaba los presupuestos, solo seis horas después de su firma. Vox habló de «maniobra a la desesperada» de los bercianistas a quienes acusan de haber dejado al alcalde «a los pies de los caballos».
Mientras, desde la oposición del PSOE, el ex alcalde Olegario Ramón ofreció a su grupo para ayudar a solucionar una situación que tildó de «caos, escándalo y show». Antes advirtió que las enmiendas de Vox son «delirantes, racistas y negacionistas de la violencia de género o el cambio climático».
La jornada de convulsión política en Ponferrada se cerró con el primer pronunciamiento del PP, a través del concejal de Hacienda, Luis Antonio Moreno, quien difundió dos mensajes de voz en los que quiso restar trascendencia al aplazamiento del pleno con un «no pasa nada», para desmentir que el alcalde tuviera intención de ceder concejalías. Además, hizo una llamada al diálogo.
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