Un derrumbe en la carretera de Peñalba deja a Ponferrada sin agua potable

La declaración de «agua no apta para la ingesta» afecta a 17 barrios y pueblos del municipio. La llegada de las tierras desmoronadas hasta el agua del río causaron tal turbidez en el agua que la empresa concesionaria del servicio comunicó al Ayuntamiento de Ponferrada que podría derivar en su pérdida de potabilidad y «en la falta inmediata de agua potable en un plazo estimado de entre tres y cinco horas», explicó el Gobierno municipal. De inmediato, el alcalde, Marco Morala, convocó al Comité de Coordinación de Emergencias Municipal, ante una situación «de extrema gravedad» y solicitaba a la población «un uso responsable del agua».

De momento, la Diputación de León envió ayer a Ponferrada dos camiones cisterna con 10.000 litros de capacidad cada uno para garantizar el suministro de agua potable a la población que, en las últimas horas, hizo acopio de líquido en sus casas y compraba, con aumento notable, agua embotellada. El presidente de la institución provincial, Gerardo Álvarez Courel, quiso dejar claro que el desprendimiento «no se ha originado por los trabajos que allí se encontraba realizando la Diputación que, «como titular de la carretera, es un damnificado más de una situación provocada por las lluvias de las últimas horas». Por ello, pidió «unidad» a todas las administraciones implicadas para poder «minimizar los efectos de esta situación a la ciudadanía».

El derrumbe de la ladera que afecta al agua de Ponferrada es otra consecuencia de los incendios, tanto los de este verano como de los de hace años. La progresiva y continuada pérdida de suelo en esa zona de los Montes Aquilianos ha provocado arrastres que no se puede sostener. De hecho, la carretera que pasa por ese lugar permanece cerrada al tráfico desde hace días.