Una EBAU de «sueños» y vocación

Sus sobresalientes y prácticamente la perfección en el examen son el resultado del empeño personal y también de su lucha para poder entrar en las carreras más exigentes. Su esfuerzo les abre ahora las puertas a las titulaciones que soñaban, por las que tienen vocación y que, de paso, les pueden plantear un buen futuro en lo laboral. Tres de ellos tienen claro que se decantarán por las ciencias, en concreto por Física y Matemáticas -dos enseñanzas con mucho tirón en los últimos tiempos-, mientras que otra apostará por las Relaciones Internacionales con la aspiración de dedicarse a la rama diplomática. Este año no hablan de Medicina, como suele ser habitual.

Todos apuestan por una EBAU única en todo el territorio que pueda acabar con las «desigualdades» y como «solución» más «justa» para entrar en unas carreras con distrito universitario también único para toda España. Aunque son conscientes de que es «complicado», consideran que habría que unificar también los contenidos de Bachillerato y, como mínimo, que «los criterios de corrección fueran los mismos».

Rodrigo Puras, del Instituto Félix Rodríguez de la Fuente de Burgos, consiguió un 9,9 en la fase general de la evaluación -en la que se tienen que presentar todos los estudiantes-, que se elevó hasta el 13,97 -el máximo es un 14- tras los exámenes de la fase voluntaria para quienes quieren subir nota. «Sabía que me había salido bien, pero no me esperaba tanto», afirma una vez que la incógnita se despejó y conoció el resultado de la evaluación que en Castilla y León se celebró entre los días 5 y 7 de junio.

«En general, el examen era muy similar a lo que habíamos estado preparando durante el año», reconoce. Este ha sido, sin duda, el curso «más complejo» hasta la fecha, indica, y a la EBAU sí le ha dedicado horas, «pero sin dejar de lado otras actividades».

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Toca ahora escoger la universidad y su futuro. Su opción es quedarse en Castilla y León. Aún no ha decidido si será en Matemáticas o el doble grado de ese mismo título junto a Física, pero el destino tendrá que ser Valladolid o Salamanca, que son las universidades que los imparten en la Comunidad. «En parte es por proximidad con mi casa y por el nivel que tienen esas facultades», explica. «En mi caso, tengo suerte de que las matemáticas tienen ahora un montón de salidas y a mi me encantan. Así que podré disfrutar de lo que estudie», subraya.

Eso es lo que busca también Sofía García, del colegio Lourdes de Valladolid. Con un 10, el máximo en la fase general, y 13,95 junto a la voluntaria, -la mejor del distrito de la Universidad de Valladolid- bajo el brazo partirá en agosto a la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos para cumplir un «sueño». «Siempre he querido irme a estudiar fuera», detalla, y los cuatro años del grado de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas los cursará en el extranjero.

Después le gustaría especializarse en «diplomacia», una decisión escogida por pura «vocación» más que por la expectativa laboral, por su afición a los viajes y el gusto por los idiomas. Con «tranquilidad» vivió la EBAU, sabiendo que la calificación no sería fundamental -para acceder a una universidad americana no contaba esta nota- y «muy sorprendida» recibió la noticia de ser la mejor en su distrito en una región en la que, según dice, el nivel es «muy bueno» y se «cubren más contenidos que en otras comunidades» .

Física y Salamanca. Esa será la apuesta de Miguel Mudarra, alumno del Instituto Lucía Medrano de la capital charra, que con un 9,89 en la fase general y 13,85 junto a la voluntaria ha decidido permanecer próximo a su familia. «Salí contento, pero no imaginé ser el primero», indica, destacando el esfuerzo y el «estrés» de los últimos diez días antes de la prueba.

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«Quería hacerlo lo mejor posible», explica porque en su mente estaba también la posibilidad del doble grado con Matemáticas y la exigencia es alta. Tiene una de las mayores notas de corte y plazas muy limitadas. Su decisión, sin pensar «por el momento» en las salidas profesionales, ha sido Física buscando lo que le «interesa» y en lo que pueda «disfrutar».

Y eso mismo busca Andrés Martínez, del Instituto Juan del Enzina Con un 9,97 en la fase general (13,85 junto a la voluntaria), la mejor calificación del distrito de la Universidad de León, y cargado de vocación científica se ha decantado también por Física. En este caso, su primera opción será la Universidad de Oviedo que es «referente en la zona noroeste» y porque las «comunicaciones» con la capital leonesa son «mejores».

La ciencia parecía estar clara, pero no la disciplina concreta. «También había pensando en Biología, pero finalmente este año me decanté por la Física porque es una rama menos técnica y que entronca incluso con la filosofía», reflexiona, y con su nota es muy probable que consiga el destino que desea.

El secreto para conseguir el éxito en la EBAU es, por supuesto, el estudio. «Le dedicaba siete horas en los últimos días», pero también «combinado» con otras actividades que le han ayudado mucho en la «relajación», como el deporte, los paseos o la lectura. «No solo hay que estar en la sala de estudio», expresa.

Una vez que hagan la preinscripción en las universidades -tienen hasta el 5 julio-, sus pensamientos están ahora en «disfrutar» de un buen verano que se han ganado con creces.