Biogás: no es sólo basura: fuente de energía, abono y «sin olor»

Confían que se comience a construir antes de fin de año y que tardará en levantarse unos 18 meses. Y para el que han buscando una «ubicación estratégica»: al pie de la autovía A-601 que une Segovia y Valladolid, cerca del gasoducto que conduce esta energía y con una actividad agropecuaria en un radio de entre 20 y 50 kilómetros que genera «residuos más que suficientes para alimentar a la planta», defiende Raquel Conde, presidenta de Aporse (Agrupación de Productores de Porcino de Segovia), uno de los impulsores de la iniciativa y firme defensora del proyecto. Al frente también la Federación Empresarial Segoviana (FES), con el apoyo de la Diputación Provincial de Segovia y el Ayuntamiento de Carbonero el Mayor. Además, saldrá adelante «con dinero privado», subraya Raquel Conde, pues la empresa Libergia es su promotora.

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Belén Rodrigo

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«No hay que dejar escapar estos proyectos», recalca la presidenta de Aporse, ganadera, hija de familia de ganaderos y, defiende, muy concienciada con los efectos medioambientales. La planta gestionará fundamentalmente residuos ganaderos y hortofrutícolas, con una previsión de manejar hasta 500.000 toneladas al año, que convertir en energía y, además, generando huella de carbono cero. Un biogás que destinar prioriotariamente al transporte rodado - camiones, tractores, turismos...-, con un «ahorro» de emisiones de alrededor de 200.000 vehículos, además de alimentar a la propia planta e incluso a negocios de la zona.

Pero no sólo eso. Lo que sale de la tierra podrá volver a ella, pues también convertirá esos desechos en fertilizantes de origen natural con los que abonar los cultivos. Un «valor extra» que no se queda ahí, ya que se da un «paso más» y esa materia seca que se obtendrá lo hará «eliminando el olor en un porcentaje muy elevado», subraya Raquel Conde, quien reconoce las «molestias» del tufo de los purines, «que nos hemos empeñado en eliminar», conscientes del «problema medioambiental, pero también social».

Un tres en uno, por lo que está convencida que se trata de un «proyecto muy bonito», en el que comenzaron a trabajar hace casi un año y que con la puesta en marcha de la Agrupación de Productores de Porcino ha recibido un impulso clave: «La unión hace la fuerza. Es un proyecto que gusta y creemos en él ciegamente». Confían que, dadas sus dimensiones y la contribución a la producción de energía a la vez que se eliminan residuos, pueda ser considerado «estratégico». Sobre la mesa, los números que hacen que esa futura planta para la que la empresa ya tiene los terrenos -unas 10 hectáreas- la vaya a convertir en «una de las más grandes de España». Capacidad para tratar unas 500.000 toneladas al año, una inversión de unos 50 millones de euros y la creación de 20 puestos de trabajo directos, además de otros 50 indirectos.

«Es el primer proyecto de esta envergadura que se realiza en España y casi en Europa porque va a integrar diferentes tecnologías e investigaciones», destaca el CEO de Libergia, José Carlos Gil, quien subraya que se trata de una iniciativa de transición energética que une el sector primario y el secundario, utilizando buena parte de los subproductos y residuos de la zona, que se revalorizan y a la vez genera riqueza y trabajo en el entorno.

«Siempre es un motivo de alegría hablar de industria, de innovación, de energía, de desarrollo económico y trabajo en la provincia. También, y de manera especial, de sostenibilidad del territorio», recalca el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, presente en la presentación del proyecto. Como «un punto de partida de una industria nueva, moderna y fuerte para la provincia de Segovia» lo ven en la FES, cuyo presidente, Andrés Ortega, también hace hincapié en que además de genera actividad económica y empleo, contribuye a «solucionar el problema» de los residuos a la vez que «genera energía limpia».