Apuntalar el patrimonio como nicho de empleo

Un «ambicioso» estudio destaca el «margen» que aún tiene el sector relacionado con la restauración, investigación, conservación y puesta en valor de los bienes culturales para impulsar el desarrollo económico de Castilla y León. Será uno de los retos del nuevo plan Pahis 2023-2026

Obras de restauración en la Catedral de Segovia, en una imagen de archivo ICAL

VALLADOLID

27/12/2022
Actualizado a las 08:57h.

Tener una foto fija de la coyuntura económica del sector del patrimonio cultural en Castilla y León de cara a su impulso como «elemento de desarrollo». Es el objetivo del «ambicioso» estudio que la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta encargó hace ... unos meses al Clúster de Hábitat Eficiente. Al frente del análisis, aún en curso, se encuentra el arqueólogo Javier Quintana, de Patrimonio Global, que en 2014 ya realizó un informe de similares características, aunque no tan exhaustivo. «Entonces, analizamos la capacidad de generar empleo y el retorno económico del sector». Ahora, han ido más allá: «Se trataba de estudiar tres cuestiones: inversión pública, el propio ecosistema y su impacto comparado con 2018». ¿Y por qué ese ejercicio de referencia? Fue el año en el que la inversión real de la Administración autonómica en investigación, conservación y puesta en valor del patrimonio respecto al Presupuesto total se elevó al 0,15 por ciento tras bajar al 0,10 en 2011, cuando todavía perduraban las consecuencias de la crisis financiera de 2008.

Del estudio, para el que aún se están recabando datos, se desprenden ya algunas conclusiones reveladoras, como que «por cada millón de inversión, la capacidad completa de creación de empleo es de 225,47 puestos a tiempo completo». De ellos, un ocho por ciento, respectivamente, serían directos e indirectos, mientras que un 50 por ciento inducidos en otras industrias (113) y un 33 por ciento derivado en el turismo cultural (77). «La valoración que hacemos es que el patrimonio cultural en Castilla y León es un elemento de desarrollo importante y de alta rentabilidad en cuanto al empleo», sostiene el director general de Patrimonio Cultural, Juan Carlos Prieto. El mismo informe revela también, según avanzó la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, durante la bienal Ar&Pa, que 30 millones de inversión anual en el sector mantienen 6.764 puestos de trabajo, de los que algo más de mil están vinculados directamente a los bienes patrimoniales -mantenimiento, obras de restauración y conservación y otro tipo de servicios en el propio monumento-, así como en actividades de investigación, estudio y difusión.

Número de empresas

El estudio recoge, además, que el ecosistema privado del sector del patrimonio cultural abarca en torno a 250 empresas, autónomos, fundaciones o centros de investigación, y tiene un índice de creación de puestos de trabajo de 18,74 a tiempo completo por millón de inversión. Destaca, asimismo, que poner en marcha un empleo en este ámbito es menos costoso, de 55.127 euros. «Era importante conocer estas cifras porque si no, es muy difícil abordar y hacer una radiografía de lo que realmente importa este sector en la Comunidad», sostiene Javier Quintana, quien revela que para abordarlo se consultó fundamentalmente a las entidades proveedoras de la citada Dirección General, que abordan campos como la rehabilitación de grandes monumentos, construcción y restauración de bienes muebles.

Ahora, con los datos por delante, el autor del estudio ve «muchísimo margen» de mejora y apela a la necesidad de recuperar ese 0,35 por ciento de inversión real de la Junta que había hasta el estallido de la crisis financiera para terminar con «esa especie de atonía» en la que viven sumidas las empresas del sector después de que lo que era «una situación coyuntural se convirtiera en permanente». «Si con los 21 millones de inversión prevista en el Presupuesto de 2023 calculan que pueden crear unos 4.500 puestos de trabajo, eso demuestra que tenemos una capacidad de generación de empleo muy considerable; al mismo nivel que, por ejemplo, la rehabilitación de edificios o las energías renovables», defiende.

Un sector diversificado

Transmitir la idea de que se puede vivir de él, clave

De los 140 socios que tiene el Clúster de Hábitat Eficiente, «unos 35» se enmarcan en el ámbito del patrimonio, turismo y lengua. Uno de ellos es 'El Calabacín Errante'. Nacida como asociación cultural en 1999 en Arrabal de Portillo y Tudela de Duero (Valladolid), dio el salto a la 'profesionalización' en 2020, recuerda Marta Herrarte, una de las dos socias de esta entidad que trabaja con proyectos educativos ligados al patrimonio: «Hice Historia del Arte y Educación Infantil y me di cuenta de que en los pueblos donde me movía la gente no tenía idea de lo que había en cuanto a bienes artísticos, inmateriales, etnografía...». Es uno de los ejemplos de la diversificación de este sector, como lo es la empresa de videomapping de Rodrigo Tamariz, otro de los socios del clúster cuyo espectáculo 'El Bosque Mágico' se puede vivir estos días en Palencia. Nació hace 16 años y desde entonces lleva asentada en Villanueva de Duero (Valladolid). Su impulsor tiene claro que su ámbito tiene mucho margen de expansión. También lo cree Marta respecto a la interpretación de los bienes, pero ambos coinciden en que es clave transmitir la idea de que se puede vivir del patrimonio.

Será uno de los retos que la Consejería abordará a través del nuevo Plan Pahis 2023-2026, que el departamento que dirige Gonzalo Santonja prevé aprobar en el primer trimestre de 2023, en el marco del cual «se trabaja mucho más el concepto de gestión; es decir, no sólo se pone el objetivo en la calidad de los bienes culturales, sino en sus posibilidades» para el desarrollo económico de la Comunidad, adelanta Prieto, y apunta que una de las estrategias a desplegar será la de «reforzar las entidades» que están trabajado en este ámbito y «tratar de apoyarles para que se fortalezcan». Entre las iniciativas enmarcadas en este programa se promoverá «una comunidad de organizaciones de carácter local»; básicamente se trata de «articular mejor las relaciones que mantienen» con las entidades que gestionan esos bienes tales como asociaciones, ayuntamientos, diócesis... «No sólo darles un apoyo económico sino también en formación, organización, etc».

Respecto a la formación, David Muriel, del Clúster de Hábitat Eficiente, opina que una de las trabas que impide al sector generar mucho más empleo es el de «encontrar mano de obra cualificada»: «Es una de las problemáticas en la que coinciden varias de las empresas consultadas». Para hacerlo frente, aboga por trabajar de la mano de la FP y con acciones de capacitación profesional.

Digitalización

Otro de los ejes estratégicos del nuevo plan Pahis será la digitalización e innovación, donde Prieto reconoce también que «hay mucho margen de mejora». Jesús Castillo, del departamento de Conservación del Patrimonio de la Fundación Santa María la Real, no duda de que es uno de los 'debes' del sector: «En otros ámbitos como el sanitario o el automovilístico ha ido muy deprisa, pero en el nuestro realmente no. Ha existido una cierta pereza desde las propias empresas a los técnicos que nos dedicamos a ello y los propios usuarios», añade este arquitecto, destacando, entre los proyectos que la entidad tiene en marcha, el Sistema de Monitorización de los bienes (MHS) y la 'línea vertical' dentro de la plataforma Territorio Rural Inteligente de Castilla y León, donde «estarán volcados todos los datos relacionados con el patrimonio».

Coincide en ver el sector como un «pilar fundamental» para apuntalar el empleo y asentar población en el medio rural y destaca dos de sus características: es un recurso «no deslocalizable» y «se encuentra muy repartido por toda la geografía»: «Entendiendo que está básicamente imbricado en el medio rural y que su gestión debe corresponder a políticas territoriales asociadas a él, asimilaremos que potenciarlo como recurso turístico y cultural va a suponer generar economía y evitar perder población». Quintana se atreve a poner cifras a esta valoración y subraya que del montante global de inversión en este sector, un 30% se queda en los territorios donde se invierte: «Cuando una empresa va a restaurar una ermita perdida en cualquier punto de nuestra geografía contrata en la zona el suministro de materiales, el peonaje...».

Además, el autor del estudio añade otra razón de peso, recordando el papel fundamental del patrimonio en el fomento del turismo, que a día de hoy representa un 10 por ciento del PIB de Castilla y León: «Un 54 por ciento de nuestros visitantes alega como principal motivo para conocer nuestra comunidad los bienes culturales. Si invertimos en ellos, si cada vez los mantenemos en mejores condiciones, abrimos más monumentos al público y, además, la visita es gratificante para el que llega porque están conservados, el potencial que nos queda es enorme», sentencia.