Diez lugares mágicos para descubrir en Castilla y León

La Moraña. El encantador municipio de Arévalo encabeza esta comarca al norte de la provincia de Ávila que bebe de influencias islámicas, hebreas y cristianas. Muy en relación con Santa Teresa de Jesús o Fray Luis de León, en La Moraña se perfilan numerosos templos, muchos de románico mudéjar, como San Nicolás de Bari o la ermita de la Lugareña. Además, a la gastronomía se añade el paradisiaco observatorio de aves de la laguna de El Oso.

Atapuerca. A partir de los hallazgos en la Sima de los Huesos, Atapuerca no ha dejado de acrecentarse: hoy arropa al yacimiento arqueológico burgalés todo un complejo con fundación y museo para dar soporte a un proyecto de investigación científica sobre la evolución humana. En 2022 su éxito se ha visto impulsado por el descubrimiento del rostro del primer europeo, el fósil humano más antiguo de los hallados hasta ahora en Europa.

El Camino de Santiago en León. Después de Burgos y Palencia, la provincia de León es la última parada antes de Galicia por el Camino Francés. Mansilla de las Mulas, la capital, Astorga, Ponferrada o Villafranca del Bierzo son algunas de las paradas que jalonan esta trepidante etapa que hará las delicias del peregrino, que tendrá la ocasión de visitar catedrales como la 'Pulchra leonina', un palacio firmado por Gaudí en plena maragatería o bellos pueblos como El Acebo.

Las Médulas. Situadas en El Bierzo, y con la distinción de Patrimonio de la Humanidad, se considera a Las Médulas la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano. Sus excavaciones en busca del preciado metal han dejado un entorno paisajístico incomparable en el que aún es posible adentrarse provisto de linterna y casco.

Bodegas subterráneas en el Cerrato. En Palencia abunda el buen vino, y del proceso dan testimonio las 'criptas' enoturísticas del Cerrato –algunas son BIC–, que permiten visitas subterráneas y se agrupan en barrios de chimeneas. El cerro del Castillo, en Baltanás, cuenta con casi 400 bodegas.

La Alberca. Municipio salmantino de poco más de mil habitantes en la comarca de Sierra de Francia, conjuga con gracia arquitectura, gastronomía y entorno. Sus fiestas y tradiciones son de especial atractivo, sobre todo el Diagosto o día de la Virgen de la Asunción.

Real Sitio de San Ildefonso. Entre los escenarios de película de Segovia, destaca uno que refleja el poderío de la realeza del XVIII, el Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, declarado conjunto Histórico Monumental. Encandilado por el lugar, Felipe V encargó levantar allí un palacio de gusto francés con jardines como los de su infancia.

Soria Celtibérica. La provincia soriana está surcada por la impronta de pueblos celtíberos en el rastro de ciudades como Tiermes o Uxama. Especialmente simbólica y épica resulta la historia de Numancia, que resistió durante años a los romanos y que prefirió un suicidio colectivo a caer ante el asedio de Escipión El Africano.

Ribera del Duero. Aunque esta DO, de gran renombre dentro y fuera de España, está presente en varias provincias castellano y leonesas, tiene su 'Milla de Oro' en 15 kilómetros de bodegas entre Tudela y Peñafiel (Valladolid). En el castillo de este último municipio se puede visitar además el Museo del Vino.

Arribes del Duero. Al oeste de Zamora y Salamanca, allá donde el Duero es frontera con Portugal, el río se encajona formando los cañones más profundos y extensos –casi 100 kilómetros– de toda la Península Ibérica. Así, la provincia zamorana se vuelve un mirador de excepción en el que perderse, asomándose a cascadas o a la villa de Fermoselle.