El ganado de los pueblos calcinados en Ávila, sin pastos ni reservas de paja: «Esto es un desastre»

Y es que uno de los problemas colaterales del incendio en las explotaciones ganaderas, más allá de que las llamas hayan acabado con reses -daños aún imposible de contabilizar- es que los animales huidos encuentren ahora pastos con los que alimentarse y agua de la que beber.

Pedro Sansegundo es uno de esos ganaderos afectados. Con explotaciones de vacuno, principalmente, (más de 300 animales), en Navalacruz y Navalmoral, cuando el sábado comenzó el incendio ya tuvo que poner las reses a buen recaudo, pero lo que no ha podido evitar es quedarse sin pastos e, incluso, perder carlcinados más de mil paquetes de hierba, de 30 kilos cada uno, con los que podía alimentar al ganado.

Aunque puede ir salvando la situación, advierte de que en la zona «hay ganaderos que hoy no han tenido nada para echar a sus vacas». «Esto es un desastre», lamenta este ganadero que ha perdido algún animal en los incendios.

Ayer, al igual que circulaban los S. O. S. por las redes sociales, también lo hacían los ofrecimientos, y no sólo de pacas de paja, sino también incluso de parcelas y fincas privadas para el realojo de los animales.

Entre los vecinos afectados, al igual que la solidaridad, cundían las críticas hacia el trabajo del operativo. El consejero Quiñones se mostró comprensivo con las reprobaciones de los habitantes de la zona, que «sufren el incendio y lo ven cerca», pero recordó que «es es un trabajo muy técnico». «Sólo el sábado tuvimos 21 incendios el sábado y todos se han extinguido salvo este y El Raso». «No es cierto que todos los medios se hayan ido, sino que se distribuyen» explicó.