La confesión de un padre al 112: «He disparado a mi hijo y lo he matado»
Consternación y sorpresa en Escalona, donde un vecino de 67 años mató el jueves por la noche a su hijo de 37 con una escopeta de caza -para la que tiene licencia- en la habitación del joven
Mata a su hijo de 37 años con un disparo en el abdomen en la localidad toledana de Escalona
Toledo
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Iniciar sesión«He disparado a mi hijo y lo he matado». Es la confesión que hizo Enrique Parra Lillo, jubilado de 67 años, el pasado jueves por la noche al servicio de Emergencias 112 de Castilla-La Mancha.
El presunto parricida mató de un disparo en ... el estómago al menor de sus tres hijos, Daniel, de 37 años, en su dormitorio de la vivienda familiar situada en el número 67 de la calle Margarita, en la localidad de Escalona (Toledo).
La llamada la realizó poco antes de las 23.30 horas, informó el servicio de Emergencias 112 de Castilla-La Mancha. Y aunque no ha trascendido el móvil del crimen, todo parece indicar que el suceso se desencadenó al parecer tras una acalorada discusión familiar. El progenitor disparó a su hijo con una escopeta de caza, para la que tiene permiso de armas. La madre fue testigo de los hechos.
«Lo he matado; han descansado mis padres y he descansado yo»
Juan Antonio PérezMiguel Ángel mató presuntamente a Rafael, su hermano, cortándole el cuello en La Puebla de Almoradiel. El crimen revela un drama familiar por las adicciones y la mala vida de la víctima
El asesino confeso tenía negocios de hostelería en Madrid hasta hace unos 6 ó 7 años, cuando traspasó la cafetería Sicilia, en la calle Isaac Peral, en el barrio de Chamberí. Hasta entonces disfrutaba de la vivienda de Escalona, en la urbanización Miragredos, solo los fines de semana y vacaciones. Hasta que se jubiló y fijó allí su residencia, que forma parte de una zona residencial, cercana al casco urbano de Escalona, una población de 3.400 habitantes situada a 53 kilómetros de Toledo, junto al río Alberche.
Vuelta a casa tras separarse
En el pueblo se comenta que Daniel se había separado de su esposa hace un año, y a partir de esa fecha se estableció con su padres en el chalé de la localidad toledana. La víctima tiene una hija de poco más de un año.
Algunos vecinos vieron hace dos días a Enrique y Daniel haciendo compra en las tiendas de la plaza de Escalona.
Todo era normalidad hasta el jueves por la noche, y nadie en el municipio se explica qué pudo pasar entre padre e hijo para que los acontecimientos culminaran de forma tan trágica.
El alcalde de Escalona, Álvaro Gutiérrez, manifestó a ABC estar «tan sorprendido como todo el mundo». «Es increíble, lo mató y llamó al 112 confesándolo«. Según Gutiérrez, la familia, que lleva décadas residiendo en una buena zona de Escalona, es »gente normal, no tengo ni un solo dato que apuntara que algo como esto se veía venir, desconozco si había algún problema«, afirmó aún sobrecogido por lo sucedido.
Ni Policía Local, ni Guardia Civil, ni desde el Ayuntamiento, y «creo que tampoco los vecinos», tenían indicios de que pudiera ocurrir un crimen como éste. «Nadie podría haber adivinado que este hombre iba a hacer lo que ha hecho», subrayó.
Hasta el lugar donde se produjo el parricidio se desplazó un equipo médico de Urgencias, que no pudo actuar porque la víctima había fallecido prácticamente en el acto. Además intervinieron en el operativo varias patrullas de la Guardia Civil, Policía Local y un equipo psicosocial de Cruz Roja para atender a los familiares, especialmente a la madre de la víctima, que sufrió una crisis de ansiedad.
El levantamiento del cadáver -que está en el Instituto Anatómico Forense de Toledo a la espera de la autopsia-, se produjo a las 5.30 horas de este viernes. Al tratarse de una muerte que requiere intervención judicial, por el momento se desconoce la fecha del funeral del joven Daniel.
La Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Toledo se ha hecho cargo de la investigación.
Tras tomarle declaración, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 Torrijos, en funciones de guardia, decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para el presunto parricida. Se le imputa de manera provisional un delito de homicidio con la agravante de parentesco.
La de Escalona no ha sido la única muerte violenta ocurrida esta semana en la provincia. El pasado martes un hombre mató a su hermano cortándole el cuello en La Puebla de Almoradiel.
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