Muere un polaco de 52 años en el incendio de una casa en Burguillos: «Carpi era muy trabajador y buena persona»

Una parte importante del dinero que ganaba lo enviaba a su familia en Polonía, cuenta el alcalde, José María Gómez-Caro, que conocía al fallecido. «Era un hombre muy trabajador y muy buena persona. Es una gran pérdida», se lamenta Charo, una vecina de Pawlik.

Pero nadie lo conocía por su nombre, sino por el de Carpi. Así comenzaron a llamarle sus vecinos porque su primer trabajo fue como carpintero y Pawlik apenas hablaba español cuando llegó a este pueblo de 4.000 habitantes. «Si le preguntabas a qué se dedicaba, contestaba Carpi, y se quedó con ese nombre», recuerda Julio Roldán, concejal y amigo de la víctima, muy triste por su muerte. «Me apenó mucho anoche ver cómo sacaban su cuerpo», afirma el edil, que vive a 50 metros.

Julio oyó golpes y gritos sobre las doce y media de la noche. Eran vecinos que aporreaban la puerta de entrada a la casa de Carpi, de la que salían llamas y humo. Mientras alertaban al servicio de emergencias 112, los vecinos lograron abrir la puerta, pero no accedieron. Se había hundido parte de la techumbre al fondo de la vivienda, donde se encontraba la cocina; había llamas en el pasillo y se oían crujidos.

El aviso se registró a las 0.43 horas en el servicio de emergencias 112. Dos minutos más tarde era activado el parque de bomberos del Consorcio Provincial en Toledo. Una dotación con cinco efectivos fue la encargada de apagar el incendio en la vivienda, de cuyo interior rescataron el cuerpo sin vida de Pawlik. Una sartén al fuego en la cocina, donde encontraron al fallecido, podría ser la causa del incendio. Los bomberos dieron su intervención por finalizada a las 2:38.

Además de los bomberos del Consorcio de Toledo, se desplazaron al lugar agentes de la Guardia Civil y una UVI móvil, si bien su personal no pudo hacer nada por Pawlik, quien habría cumplido 53 años en noviembre.

Su último viaje a Polonia fue en Navidad. Ahora se está tramitando que el cadáver viaje a su país para que su familia pueda velar a Pawlik y enterrarlo. «Desde el Ayuntamiento estaremos atentos por si hay que echar una mano para su repatriación. Porque Carpi no tenía familia en Burguillos, pero sí muchos amigos», sentencia Julio.