Más de 200 'pinchazos' telefónicos para saber quién ordenó al sicario el asesinato de Mercedes

La representante del Ministerio Público lo advirtió porque este viernes, además de escuchar los 'pinchazos' telefónicos de la Guardia Civil, el jurado popular tendrá delante dos comparecencias esenciales. Serán las del capitán y el cabo que estuvieron al frente de la investigación de este sanguinario crimen, ocurrido la mañana del 4 de mayo de 2018 cuando la fallecida llevaba a su hijo al colegio en su coche.

A Raúl se le detuvo el mismo día del asesinato después de un accidente de tráfico. Luego se realizaron más de 200 grabaciones telefónicas durante los dos meses y medio de pesquisas hasta el arresto de Luis del Castillo. Alias 'el Vacas', fue detenido en Badalona como uno de los que encargaron la muerte a tiros de Mercedes, merchera como varios de los cinco procesados.

El primer día del juicio en la Audiencia Provincial de Toledo, la fiscal ya dejó preparada una copia con un resumen de las 32 conversaciones grabadas por la Guardia Civil que ella considera más importantes. Son las transcripciones impresas de los 'pinchazos' telefónicos de los investigadores.

Las fotocopias ya están a disposición de los miembros del tribunal para que, además, puedan descifrar el dialecto merchero empleado por los interlocutores. «Es importante que lo entiendan», advirtió una abogada de las acusaciones particulares, que, como la fiscal, renunciaron este jueves a varios testigos citados para la semana que viene.

En la cuarta jornada, con la única presencia del 'Vacas' en los banquillos de los acusados, media docena de testigos pasó por la sala noble. Unos contaron que vieron un coche oscuro aparcado en las inmediaciones de la vivienda de Mercedes días antes del crimen. Aunque la mayoría no supo dar muchos datos al jurado, una mujer sí fue precisa: se trataba de un Seat León de color negro, «modelo antiguo», y observó por el retrovisor de su automóvil al conductor. «Pelo corto, cara ancha y ojos oscuros, que estaba nervioso», lo describió. Pero ese hombre aceleró bruscamente el coche y se marchó.

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Otro vecino relató que oyó disparos desde su casa cuando iba a dormir porque había trabajado de noche. También escuchó al hijo de Mercedes gritar «¡han asesinado a mi madre!» mientras el chaval, de 12 años, pedía auxilio y tocaba las puertas de las viviendas. Daniel viajaba en el asiento del copiloto y había resultado herido en las piernas cuando Raúl, el sicario confeso, vació el cargador de su pistola sobre su madre.

Un fontanero contó además cómo auxilió al crío, que también era objetivo del asesino, según declararon en el juicio Raúl y Luis, el inductor confeso. «Al niño lo cogí en brazos del suelo y lo saqué de la rotonda para que no lo atropellaran; a la mujer la vi muerta dentro del coche», afirmó el testigo.

Tras el crimen, el sicario huyó en un Seat León robado, cambió de vehículo en Torrejón de la Calzada y con un Seat Ibiza también sustraído tuvo un accidente de tráfico en la A-3.

De Caudete de las Fuentes a Utiel, donde Raúl fue detenido, llegó en tres minutos gracias a un vecino que lo acercó en su automóvil desde un restaurante. «Iba normal y me dijo que se le había averiado su coche», recordó sobre el breve encuentro con el asesino a sueldo, que llevaba una bolsa. Dentro, la pistola con la que había ejecutado a Mercedes y a punto estuvo de matar a Daniel esa misma mañana.