El campo toledano muestra su lado más solidario con los que han perdido todo en los incendios
En Rielves ofrecen 300 pacas de paja como alimento para la ganadería, y en San Martín de Pusa una finca acoge ganado de las zonas afectadas
Detenido un trabajador de extinción de incendios por causar un fuego que arrasó más de 2.000 hectáreas en Ávila
J. Guayerbas
Toledo
La solidaridad no conoce fronteras y menos aún si se trata de ayudar a los de tu mismo sector. Esto es lo que está ocurriendo en el campo, donde agricultores y ganaderos se han movilizado para echar una mano a sus compañeros de las ... zonas más afectadas por los incendios forestales que en estos últimos días han arrasado miles de hectáreas en provincias de Galicia, como Ourense y Lugo, y en otros puntos de la geografía nacional, en comunidades como Castilla y León y provincias como Ávila o en Extremadura en la provincia de Cáceres.
Las redes sociales están siendo clave para difundir las iniciativas privadas que persiguen ayudar en estos momentos, los de mayor dificultad e incertidumbre para las explotaciones ganaderas afectadas por las llamas. En grupos de Facebook o en los muros de Instagram son numerosos los anuncios de particulares que ofrecen lo único que tienen para hacer más llevaderas estas próximas semanas a sus compañeros de faena.
Es el caso de David del Castillo, a sus 44 años este agricultor de Rielves (Toledo) no lo ha dudado ni un instante y se ha puesto manos a la obra para ofrecer unas 300 pacas de paja como alimento para el ganado de los explotaciones que lo precisen. «Es la segunda vez que ponemos en marcha esta forma de ayudar, porque no deja de ser ayuda, y es que si a mi el día de mañana me ocurre una desgracia como esta pues me gustaría que me echasen un cable», comenta a ABC convencido de que el que siembra, recoge, y nunca mejor dicho.
«Ya ofrecimos unas 150 o 200 pacas de paja a los compañeros de Ávila en el incendio de Navaluenga y Burgohondo», explica. Y es que hace un mes puso en marcha el mismo dispositivo de ahora para llevar forraje a los animales que lo han perdido todo y sobreviven en las zonas calcinadas de aquella manera.
Para gestionar la ayuda y tras varias experiencias donde la picaresca le ha jugado una mala pasada, «hay mucho interesado que se aprovecha de la situación y quiere las pacas aunque no las necesite», asegura, en esta ocasión hará llegar la mercancía a través de los ayuntamientos de los pueblos que han visto como en cuestión de horas su entorno natural desaparecía convirtiéndose en un cenizal.
«Ahora mismo estamos viendo todo el tema del transporte, nos está ayudando una compañera que vive en Cáceres y tiene raíces en Ourense, se está encargando de esa parte logística para que las pacas lleguen en los próximos días a su destino», indica este joven agricultor toledano para incidir en el «oportunismo» que se ha encontrado a la hora de ser solidario.
Para evitar caer en uno de esos fraudes, David del Castillo revisa cada uno de los mensajes que le llegan en redes sociales y ha decidido que antes de actuar «lo estamos gestionando con ayuntamientos» porque lo importante es que las pacas de paja lleguen a su destino.
«Hay zonas a las que sí podemos ir nosotros con nuestros medios y llevar la mercancía, pero otras es más complicado y sobre todo costoso, un porte a Galicia nos puede salir por unos 1.000 euros», dice, por lo que están buscando medios para enviar las pacas a todos aquellos afectados que ya lo han solicitado. «Hay que ayudarse entre ganaderos y agricultores, no queda otra», asegura.
Finca disponible
En otro punto de la provincia de Toledo, en San Martín de Pusa, se encuentra la Finca Valdepusa, con una extensión de 200 hectáreas cercadas, corrales e instalaciones adaptadas para acoger ganado. Carlos Vázquez es uno de los responsables de este complejo que ahora ponen a disposición de los ganaderos de Ávila y Cáceres que lo necesiten.
Como explica a ABC este joven de 40 años, la idea surge al ver las imágenes de los daños ocasionados por los incendios forestales en estas provincias cercanas a la comarca de Talavera de la Reina. «Teníamos que hacer algo y qué mejor que abrir nuestra finca y nuestras instalaciones para que el ganado que se ha quedado sin absolutamente nada tenga donde ir y sus ganaderos algo de luz ante tanta catástrofe», comenta Vázquez.
«Somos ganaderos, cuando las cosas se ponen difíciles hay que echar una mano a los compañeros porque toda ayuda será poca»
Carlos Vázquez
Finca Valdepusa
Junto a su hermano Gonzalo y a su cuñada María, anunciaron su idea entre conocidos del sector a través de mensajes y llamadas telefónicas. «Es la primera vez que lo hacemos, somos ganaderos y cuando las cosas se ponen difíciles hay que echar una mano a los compañeros porque toda ayuda será poca», apunta.
Pero no solo han abierto su finca como espacio de acogida, también han gestionado el transporte de estos animales, pues uno de los puntos más complicados es el traslado. «Conocemos a un chaval que se dedica al transporte de animales vivos y ya estamos al habla con él para que colabore, y está dispuesto», asegura Vázquez, un joven que lo tiene muy claro: «Si no nos ayudamos entre nosotros, ¿quién lo va a hacer?».
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