«La Pandorga»: una fiesta regional que busca su proyección nacional

La Pandorga, la fiesta por excelencia de Ciudad Real, no se puede entender sin la música, la bebida y la comida porque así lo marca la tradición desde sus inicios, que datan del siglo XVI.

El ritual indica que tras el nombramiento, el Pandorgo —acompañado de su Dulcinea, la corporación municipal y demás autoridades— inicia el desfile hacia la catedral para r ealizar la ofrenda de frutos, flores y productos del campo a la Virgen del Prado . A continuación, el pandorgo ejerce de anfitrión, invitando a «limoná» —bebida típica similar a la sangría— y a un «puñao» —aperitivo de garbanzos secos y tostaos «torraos»— a la multitud que asiste a la ceremonia.

Para que la fiesta transcurra sin incidentes, la Hermandad de Pandorgos (integrada por todos los que han tenido el honor de ser nombrados a lo largo de los años), se encarga de velar por el desarrollo y la conservación de la fiesta. Este año, José Antonio López Rubio , presidente de la Asociación de Coros y Danzas Nuestra Señora del Prado de Ciudad Real y herrero de profesión, será nombrado el 38º Pandorgo .

Poco se sabe de cúando nació la fiesta , explica el secretario de la Hermandad de Pandorgos, Francisco Turillo, que dice que hay escritos que datan del siglo XVI . Por eso cree que esta fiesta es la «más castiza y manchega de Castilla-La Mancha y un festejo del pueblo y para el pueblo, cuyas esencias debemos conservar», asegura.

Turillo afirma que la costumbre mandaba que el señor de las tierras esperara a los trabajadores del campo a las puertas de la ciudad cada 31 de julio , les obsequiara con una limoná para que se refrescaran y con «puñao» (frutos secos y tostados) para reponer fuerzas. Después, se seleccionaban los mejores productos de la cosecha de ese día y se iban a ofrendar a la Virgen del Prado, patrona de la ciudad. Posteriormente había música y baile, como cierre de la jornada.

En cuanto al vestuario. El Pandorgo del siglo XXI viste el traje de color negro y camisa blanca . Ella con tocado y falda multicolor, mientras los ciudadanos los reciben en la plaza Mayor de blanco y con el tradicional pañuelo de «yerbas» .

La historia de este espectáculo demuestra que es una de las celebraciones más multitudinarias y con mayor arraigo popular que convierte a Ciudad Real en la capital nacional de folklore, en torno a la cual se desarrolla un amplio programa con más de 30 actividades de carácter cultural, deportivo, lúdico y gastronómico.

Para relanzar a nivel nacional e internacional la fiesta de La Pandorga, la alcaldesa de Ciudad Real y su equipo de Gobierno han dado un paso al frente y la han presentado en la Oficina de Promoción que Castilla-La Mancha tiene en plena Gran Vía de Madrid, donde han conseguido el respaldo del Secretario de Estado de Industria del Ministerio de Industria y Turismo, Raúl Blanco Díaz, para que consiga la declaración de Interés Turístico Nacional.