Los trabajadores de Figueruelas ratifican el acuerdo que salva la planta de Opel

El resultado de la votación ha sido ajustado: 2.897 trabajadores han avalado el nuevo convenio, frente a 2.008 que han votado en contra .

El acuerdo fue alcanzado por los sindicatos mayoritarios de Figueruelas -UGT, CC.OO. y Acumagme-, mientras que OSTA y CGT no lo respaldaron.

Tras el acuerdo mayoritario alcanzado en la noche del lunes , su validez quedaba a expensas del referéndum al que se debía someter ante los trabajadores de la factoría, unos 5.300 en total.

Desde el Gobierno central, el autonómico, los sindicatos mayoritarios y la patronal se lanzaron mensajes animando a los trabajadores de Figueruelas a respaldar un acuerdo laboral que despeja las incertidumbres que planeaban sobre el futuro de esta factoría, la mayor fábrica de Aragón. Además de los más de 5.000 empleados que tiene la planta, entre 3.000 y 5.000 empleos más trabajan en empresas auxiliares que dependen de los contratos que mantienen con esa gran factoría.

El acuerdo que han ratificado mayoritariamente los trabjadores de Figueruelas incluye la congelación salarial durante el presente año y subidas por debajo del IPC para los cuatro años siguientes -del 50% de la inflación en 2019 y 2020, y del 60% en 2021 y 2022-. También recorta la duración de las pausas de descanso, y rebaja los pluses ssalariales. En materia de contratación, el preacuerdo refleja que el contrato relevo se aplicará a los nacidos en 1957, que más de 200 trabajadores serán contratados indefinidamente y que otros tantos tendrán contratos a cuatro años.

A cambio de los ajustes aceptados por la plantilla, la dirección de Opel se compromete a mantener la factoría de Figueruelas a su máxima capacidad productiva durante los cinco años de duración del convenio, lo que supone fabricar anualmente 478.000 vehículos.

La dirección de Opel ha aplaudido el apoyo mayoritario de los trabajadores de Figueruelas al nuevo marco laboral de la factoría. A través de un comunicado, la multinacional afirma que este acuerdo contribuirá a avanzar en la competitividad de la planta.

Los nuevos dueños de Opel, el gigante francés PSA -que se hizo con Opel el año pasado-, dejaron claro que la implantación del nuevo convenio laboral en Figueruelas era imprescindible para salvar la fábrica. Advirtieron que, de lo contrario, iban a acometer un plan de desinversiones: el Corsa habría dejado de fabricarse en esta planta aragonesa y se habrían suspendido otras inversiones programadas para reforzar la productividad de la factoría.