Albares no asume la postura del Parlamento Europeo sobre la dictadura en Venezuela

Después de que el Congreso de los Diputados y del Senado aprobaran sendas iniciativas del Partido Popular para reconocer a Edmundo González como presidente electo, el Parlamento Europeo tomó ayer la misma decisión y dio luz verde a una resolución de los populares europeos para, según reza el texto, «reconoce a Edmundo González Urrutia como presidente legítimo y democráticamente elegido de Venezuela».

Este reconocimiento es un mero gesto simbólico y de presión política. La resolución insta a los Estados miembros a que adopten esa misma decisión, aunque en ningún caso es vinculante y esa competencia es exclusiva de los gobiernos. Es decir, no obliga, pero sí empuja a los países miembros a posicionarse al respecto, y la postura de España es muy clara: no reconocerá a Edmundo González.

«No cambia nuestra posición, ni tampoco del Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, donde nos reunimos los 27 ministros de Exteriores», ha explicado este viernes el titular de Exteriores español en una entrevista en TVE, en la que se ha incidido en que es una decisión única y exclusivamente de la Eurocámara y sus parlamentarios. «Los eurodiputados son libres de votar lo que crean, faltaría más», ha resumido.

Sí ha ahondado el ministro en lo ocurrido en la Embajada de España en Caracas, donde el candidato opositor venezolano fue sometido a presiones y «coacciones», según denunció él mismo, para que firmara un documento en que reconoce la victoria de Nicolás Maduro en los comicios del 28 de julio y se compromete a no ejercer ninguna actividad política ni proclamarse presidente electo fuera de Venezuela, como condición para salir del país.

Ante las graves criticas del Partido Popular al Gobierno, al que acusó ayer de ser «cómplice» del régimen chavista por permitir que esa «extorsión» se produzca en una embajada española, el ministro de Asuntos Exteriores ha asegurado que «todo lo que ocurrió en la Embajada Española fue a petición de Edmundo González», y ha exculpado al embajador Ramón Santos. «El embajador no participó en absolutamente nada relativo en la salida de Edmundo González de Venezuela», más allá de las cuestiones técnicas, según ha afirmado.

Ha subrayado, además, que ni él ni el embajador español en Caracas tuvieron constancia de «ninguna anomalía» mientras el líder opositor permaneció en la residencia oficial española, y ha sostenido que la «única» intención de su departamento era «ofrecer un espacio de libertad para que pudiera pensar, decidir y reunirse con quien quisiera». Precisamente, ha reiterado que esos encuentros «fueron solicitados por Edmundo González» y que, por tanto, «solo él es el habilitado para explicar o desvelar lo que considere oportuno».

Así, ha exigido al PP y a su presidente, Alberto Núñez Feijóo, que se disculpe por las «injurias y calumnias» que, según ha sostenido, vertió el jueves contra el servicio exterior español. Ha afeado que los populares hayan «forzado» a Edmundo González a emitir un comunicado aclarando que no fue coaccionado «ni por el Gobierno de España ni por el embajador español», y les ha instado a que pidan perdón. «Feijóo y el PP todavía no han pedido perdón al servicio de Exteriores», ha reprochado, al tiempo que ha elogiado la labor de los funcionarios en Venezuela.