De Sánchez a Rubalcaba: el PSOE lleva desde 2011 promoviendo un impuesto extraordinario a la banca

Podemos acusa al PSOE de copiar su propuesta, pero los socialistas llevan seis años defendiendo estas políticas. El impuesto que los de Pablo Iglesias han defendido hasta ahora no se orientaba exclusivamente a pagar las pensiones, como tampoco lo hacía la propuesta socialista hasta ahora. Sánchez sí introduce esa variable.

Ya en el programa electoral con el que Alfredo Pérez Rubalcaba se presentó a las elecciones de noviembre de 2011 el PSOE planteaba un impuesto a la banca. Lo hacía de la siguiente manera: « Crear un impuesto sobre los beneficios de las instituciones financieras. Se trata de pedir un esfuerzo a las empresas que más beneficios han obtenido en el anterior ciclo expansivo para que ahora contribuyan a financiar medidas encaminadas a favorecer la creación de empleo, reactivar la economía y salir de la crisis», decía el programa.

La variación estriba en que Sánchez lo orienta ahora a la cuestión de las pensiones, en pleno debate de su reforma y con la hucha de la Seguridad Social en mínimos. Rubalcaba lo orientaba a las políticas de empleo, en un momento en que bajo la gestión del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el desempleo encadenaba tres años de constante subida.

El elemento diferenciador es que no se había producido todavía el rescate a la banca, cuestión que Sánchez introduce en su argumentario a modo de justificación. Eso sí, advertía Rubalcaba en su programa que se trataría de «un impuesto que deberá implantarse, cuando las Instituciones financieras hayan finalizado el proceso de reestructuración al que están sometidas para reforzar su capital y cumplir con los nuevos requisitos impuestos por los organismos reguladores y supervisores».

En lo que también coincidían el equipo de Sánchez con el de Rubalcaba es en que esto contribuiría a desincentivar a las entidades financieras en prácticas de riesgo. Así lo expresaba ayer el responsable de Economía del PSOE, Manuel Escudero, y así aparecía redactado en el programa de 2011: «Este impuesto además generará incentivos para que las entidades financieras actúen de forma responsable en la gestión del crédito, no asumiendo riesgos excesivos ».

Sánchez recoge así esa idea que ya defendió Rubalcaba y la unifica con la que defendió su antiguo gurú económico, el exministro Jordi Sevilla, que defiende desde 2015. Pocas semanas antes de las elecciones de noviembre de ese año Sevilla defendió esa propuesta , que luego defendió que debía ser sobre la riqueza.

En el pacto de legislatura que Sánchez alcanzó con Ciudadanos, los socialistas también lograron plasmar esta idea. Cosa que conviene recordar ahora que Ciudadanos se ha mostrado contrario a la idea de Sánchez: «Impulsar en el seno del Pacto de Toledo un acuerdo sobre la articulación del modelo de financiación del sistema con ingresos procedentes del sistema tributario».