El PSOE quiere crear un impuesto para costear las pensiones

Tras ser asesor en la consultora PricewaterhouseCoopers, Sevilla ha vuelto para diseñar el programa económico del PSOE. «Crecer y repartir» es el lema que marca. ¿Cuáles serán las medidas que aprobará el PSOE? En conjunto, conseguirán que en 2019 se recauden 25.000 millones más que en 2015: 10.000 millones por la lucha contra el fraude y los otros 15.000 millones en subidas de impuestos . A ello se le sumarán los ingresos adicionales por la mejora del ciclo económico , que el PSOE calcula que ascenderá a un alza del 2,5% del PIB anual en los próximos ejercicios.

Este alza tributaria se centrará en «asegurar un mínimo en Patrimonio y Sucesiones en todas las comunidades, un tipo mínimo de Sociedades para las empresas y en aumentar la fiscalidad medioambiental». Las empresas pagarán un mínimo del 15% «sobre sus beneficios en España» por el Impuesto de Sociedades. Las que intenten desviar facturación con técnicas de ingeniería y elusión fiscal contra los criterios que marca la OCDE «pagarán un 35%».

Para tapar el agujero en las cuentas de la Seguridad Social, Sevilla también propone un impuesto que ayude a financiar el sistema y aparca su idea de bajar cotizaciones sociales. «Discutiremos la creación de un impuesto para financiar la Seguridad Social en el Pacto de Toledo. En Francia existe, se trata de la contribución social generalizada, es el modelo que más me gusta porque te permite actuar sobre una cesta de impuestos. El problema es que en esta legislatura el Gobierno se ha "comido" la mitad del Fondo de Reserva y el déficit de la Seguridad Scoal ha pasado de más de 1.000 millones a 10.000 millones. Hace dos años eso no se contemplaba, cuando yo defendía bajar las cotizaciones», explica.

Su intención es que este impuesto desvíe la carga fiscal de empresas y trabajadores hacia otros colectivos o actividades. Sin embargo, el desafío es que cada vez habrá más pensionistas en el sistema. El exministro no es partidario de que el sistema asegure una subida mínima del 0,25% de las pensiones como ahora ocurre, pero afirma que el compromiso que lleva en el programa es que se mantendrá el poder adquisitivo de los jubilados con el PSOE. «Es necesario vincular más la financiación de las pensiones al nivel general de riqueza del país», apunta.

Para asegurar la competitividad, apuesta por reforzar el Instituto de Crédito Oficial (ICO) como «banca pública» , ya que el PSOE proseguirá con la privatización de Bankia. «El ICO aumentará la liquidez en innovación y apoyará a nuevas empresas. Esto incluirá que haga análisis de riesgo para que no subcontrate todo con el sistema financiero, sino que tenga fuerza como banca pública». Es decir, los bancos dejarían de ser los intermediarios entre la liquidez del ICO y las empresas .

En el mercado laboral, Sevilla insiste en derogar la reforma del PP y fortalecer el papel de los sindicatos en la negociación colectiva . «Cuando das todo el poder negociador a los empresarios como ha pasado con Rajoy bajan los salarios y suben los beneficios. Proponemos recuperar la negociación colectiva como elemento esencial e introducir el arbitraje obligatorio, antes que recurrir a los tribunales como ocurre ahora».

¿Y qué ocurre con otros impuestos? «Tenemos un compromiso de que una comisión de expertos nos haga propuestas sobre cómo incorporar mejor la riqueza al cálculo de la capacidad de pago para la fiscalidad e introducir las recomendaciones en los Presupuestos de 2017». En esta batería de medidas entra el diseño del IRPF , sobre el que afirma que hasta entonces «ni se subirá ni se bajará». En el IVA , tampoco habría cambios salvo bajar el cultural «del tipo del 21% al 10%, y si Bruselas nos lo permite, al superreducido, el 4%».

Del lado del gasto público, el reto que afronta Sevilla es afrontar una reforma de las Administraciones que «acabe con duplicidades e ineficiencias». «Incorporamos una reforma importante de las diputaciones para hacerla más cercanos a los ayuntamientos. Pero afirmar que se van a suprimir las diputaciones, me parece una barbaridad». De hecho, Sevilla no ve mal que «salvo algunas excepciones» hasta el puesto de director general sea ocupado por administrativos de carrera en lugar de personal elegido «a dedo». «Siempre he defendido regular la figura del directivo público».

Esta mayor eficiencia en la Administración permitirá mayor manga ancha en el gasto con medidas como un ingreso mínimo vital, que Sevilla calcula que ascenderá a 6.500 millones de euros para dentro de cuatro años. La medida irá dirigida a personas en riesgo de exclusión social. Para asegurar la viabilidad de sus propuestas, Sevilla afirma que su programa cuenta con una memoria económica . ¿La publicarán? «Claro, pero estamos decidiendo el momento y el formato», responde.

Este estudio de los ingresos y gastos propuestos obedece a que el PSOE pretende continuar la consolidación fiscal aunque suavizar la senda de ajuste apalabrada con la Comisión Europea. Para ello, si hay un Gobierno socialista este pedirá a Bruselas «flexibilidad para adecuar el Presupuesto de 2016 ya que la Comisión Europea ya ha dicho que las cuentas aprobadas por Rajoy son "de cartón piedra"».

En el reparto del déficit, el exministro señala que se recalcularán los objetivos para que «el groso del ajuste lo afronte la Administración Central y no las regiones, que son las que han hecho la mayor parte del recorte del déficit público desde 2011, a costa de la Sanidad y la Educación».

En sus palabras, el nuevo modelo de financiación debe diseñarse «sin que el Gobierno central ponga dinero sobre la mesa, asegurando la responsabilidad fiscal de las regiones y sin fondos de liquidez, que hacen que Montoro sea la troika de las comunidades». ¿Y frente a la posibilidad de un cupo fiscal catalán, a imitación del vasco, como pide Mas? «La independencia no es negociable. Todo lo demás es discutible. Pero eso no quiere decir aceptar o pactar», zanja para añadir que el concierto vasco «no se eliminará» de la Constitución con el partido socialista, pese a las peticiones de regiones gobernadas por el PSOE como Andalucía o Extremadura.

En cuanto a la lucha contra el fraude, el PSOE defiende publicar los nombres de los acogidos a la amnistía fiscal de 2012. ¿No genera inseguridad jurídica? «España necesita un salto en moralidad pública y ese salto requiere medidas excepcionales». Este «salto» incluirá un Estatuto para la Agencia Tributaria para que al director del organismo lo elija el Parlamento por un plazo superior a una legislatura. « Hay que acabar con el matonismo fiscal de Montoro y asegurar una Agencia Tributaria independiente », sentencia.

A continuación le mostramos a Jordi Sevilla titulares de una entrevista anterior con ABC en noviembre de 2012 para que señale si continúa estando de acuerdo con lo que dijo entonces.

«No se va a crecer hasta que no se construyan 200.000 y 300.000 pisos al año»

–Creo que dije más bien que «no saldremos de la crisis» hasta que no se recupere ese ritmo de construcción. Y no hemos salido de la crisis, aunque se esté creciendo. En ningún plan de futuro de la economía español se contempla una mejora económica construyendo tan poca vivienda nueva como ahora. No digo los 800.000 pisos al año de antes, pero sí más que ahora. El riesgo actual es que se están formando burbujas inmobiliarias en el centro de algunas ciudades como Madrid o Barcelona. Especialmente en los sectores de las Socimis (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria). Nos enfrentamos a una escasez de oferta en determinado tipo de vivienda. Cuando decimos que hay tantos miles de viviendas vacías... ¡si están en Benidorm, al que vive en Valladolid no le solucionan la vida!.

«La economía española necesita el rescate».

–Ya pedimos un rescate, el bancario, y toda Europa lo reconoce como rescate salvo Rajoy. Aunque es cierto que el rescate español fue financiero y no soberano, ya que se detectó que el problema no era de la «herencia presupuestaria», sino del sector financiero.

«La partitocracia dificulta la salida de la crisis»

–Sigo estando de acuerdo. El problema no era del bipartidismo, sino de anteponer los intereses de partido al interés general. Un defecto en el que también pecan los nuevos partidos. Y creo que la ruptura con eso la encarna Pedro Sánchez. Si no lo creyera, no estaría aquí.