Sánchez mima a su socio mientras Díaz y Belarra presumen de su sello en el decreto contra la crisis

Pero el compromiso de que se escenificaría un apoyo nítido por parte de Unidas Podemos al texto que aprobará hoy el Consejo de Ministros se cerró en la misma mañana del lunes, poco antes de la conferencia del presidente del Gobierno. Fuentes del Ministerio de Derechos Social de Ione Belarra aseguraron ayer que apoyan la integridad del texto. La propia ministra dijo que ellos eran más ambiciosos, pero reivindicó el «sello de Unidas Podemos en el decreto» y mostró satisfacción.

Para cerrar el pacto, la parte socialista del Ejecutivo tomó varias decisiones que fueron asumidas como un éxito por parte de la parte morada del Gobierno. La primera es la decisión de Sánchez de no acometer rebajas fiscales generalizadas como propone el PP. Al término de la conferencia la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz , también mostró su «satisfacción» al respecto y destacó otras medidas en las que defendió su impronta.

Una de las más importantes para Unidas Podemos era la congelación de alquileres . El Gobierno finalmente aprobará la desvinculación temporal de las renovaciones de los alquileres respecto a IPC. «Es una medida que no tiene precedentes en el mercado del alquiler», defendió la ministra Belarra, de hecho es ella quien lleva meses con el PSOE negociando en materia de Vivienda.

«Está nuestro sello, nuestro rol en el Gobierno, tenemos la posibilidad de construir las medidas sociales más ambiciosas de las que podamos convencer al socio del Gobierno», defendía la ministra. ERC ha criticado la «utilidad» de Unidas Podemos en el Gobierno en los últimos días, así que los dirigentes morados insisten en su influencia en el decreto y en la importancia de su papel en el Gobierno para neutralizar esos reproches de los socios.

El Gobierno empieza ahora la búsqueda de apoyos en el Congreso de los Diputados, aunque la ministra y líder de Podemos ya lanzó ayer algunos mensajes a los socios de investidura, que se mostraban escépticos últimamente con PSOE y Unidas Podemos. «Sería muy difícil de explicar para cualquier grupo parlamentario oponerse a las medidas que protegen a la ciudadanía», apostillaba Belarra.

Han sido semanas de mucha tensión interna en la coalición de Gobierno, y también dentro de Unidas Podemos, por el anuncio de aumentar el gasto militar , el envío de armas a Ucrania y el giro con el Sahara. Todo ello con la presión añadida de ERC cuestionando públicamente la continuidad de la coalición. La vicepresidenta Díaz y el resto de ministros justificaron la continuidad del Gobierno en la emergencia energética: «La coalición es más necesaria que nunca, la situación es muy preocupante», dicen.

Para «evitar subidas elevadas» de los precios del alquiler se establece un límite del 2% de subida en la renovación de alquileres hasta el 30 de junio. No es la congelación que demandaba Podemos pero el espíritu de la medida sí va en esa dirección. También celebraron el aumento de las cuantías del Ingreso Mínimo Vital (IMV) . Esto vendría a sustituir la demanda original de Podemos de crear un cheque de 300 euros al mes para las familias más vulnerables.

Para Díaz en particular otro de los compromisos clave es la apuesta por dificultar el despido. Se fomenta que las empresas recurran a los ERTE como mecanismo de flexibilidad, como sucedió durante la pandemia. Por contra, la medida estrella de Unidas Podemos era el impuesto a las eléctricas. Desde el primer momento la parte socialista del Ejecutivo dejó claro que no iban a apostar por esa nueva figura tributaria. Los morados lo asumían ayer como una cesión que no les impedía reivindicar su sello en las medidas de choque.