Pactos «imposibles» para gobernar en España

Es muy común, especialmente en municipios pequeños, escuchar el dicho de «se vota a la persona más que al partido» , recuerda a ABC el politólogo y consultor laboral Héctor Jerez, con experiencia en diputaciones y municipios. En este escenario se traslada el debate político a un ámbito más allá de fidelidades ideológicas o partidistas . Jerez recuerda el caso de Córdoba, donde hace ya muchos años Julio Anguita -comunista- ganaba las elecciones locales mientras que para las autonómicas y generales los mismos votantes apostaban por partidos de ideología muy diferente. «La tendencia a valorar a los equipos de personas que forman un partido en función de la relación de amistad o parentesco es más fuerte en las comunidades pequeñas: yo a un diputado (por lo general) no lo conozco, pero al concejal, que es mi vecino, sí» , agrega.

También recuerda el caso de Extremadura, cuando Izquierda Unida aupó al poder a José Antonio Monago , del PP, en las autonómicas de 2011: «No se apoyaba un proyecto, sino materializar el deseo de cambiar al gobierno». Un gobierno que durante mucho tiempo había estado monopolizado por el PSOE . En ese sentido, las estrategias locales no suelen afectar a los partidos en el ámbito nacional, al menos en cuanto a apoyo electoral: «Tras determinados pactos de muy dudosa coherencia, y con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, muchos ciudadanos han pensado en optar por nuevas vías políticas para intentar cambiar los ayuntamientos ».

De las municipales y autonómicas del 24-M surgieron varios pactos «imposibles». Uno de los más destacados es el de Burguillos del Cerro, que llevó a un pueblo de la provincia de Badajoz de poco más de 3.000 habitantes a aparecer en periódicos de tirada nacional. La película previa a los comicios mostraba a un alcalde socialista con 28 años en el poder , a una oposición formada en muchos casos por exsocialistas y al Partido Popular. El paso por las urnas hizo que un bastión socialista en una comunidad tradicionalmente del puño y la rosa pasara a ser gobernado por un partido surgido inicialmente de Podemos con su marca local « Despierta Burguillos », aunque la formación de Iglesias se desvinculó de la formación morada tras el pacto, apoyado por el PP y por una coalición regionalista extremeña de centro-izquierda (Extremeños) .

«La explicación última de lo ocurrido es que tenían como objetivo prioritario echar al alcalde, luego se pusieron de acuerdo en otras cosas como bajarse el sueldo de forma razonable», comenta a ABC el periodista Celestino Vinagre , del diario «Hoy» y que ha seguido de cerca el caso. «El PP de allí está contento porque ha conseguido dejar fuera al PSOE, Podemos se desligó en cuanto se supo mediáticamente y el presidente extremeño socialista Guillermo Fernández Vara , apuntó a que no se había respetado la voluntad de los ciudadanos, después de que su partido se quedara a unas decenas de votos de la mayoría absoluta». Fernández Vara dijo que esto suele ocurrir en los sitios donde gana el rencor y no gana las ideas. «Allí el PSOE tiene una agrupación muy fuerte y además el tema de la guerra civil sigue marcando mucho la agenda», concluye Vinagre.

Antes de efectuarse este pacto -a finales del mes de julio-, siguió gobernando un alcalde socialista por un voto erróneo durante mes y medio. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) anuló la elección de José Calvo , al considerar que uno de los votos de Extremeños favorable al PSOE, que había sido declarado nulo, por un supuesto error de una de las concejales de la formación regionalista, no debía haber sido considerado como tal. Los socialistas habían ganado las elecciones del 24 de mayo con cinco concejales, frente a los dos que cosecharon cada una de las tres fuerzas políticas de la oposición.

El periodista del «Hoy» Celestino Vinagre también reseña el caso del municipio pacense de Cristina . En este pueblo, de unos 560 habitantes, en la comarca de Vegas Altas, Pedro Frutos (IU), que llevaba doce años en el Consistorio, no pudo repetir mandato al producirse una alianza entre socialistas y populares. El PP local ha aupado a Lucas Sancho (PSOE) a la Alcaldía de este pueblo próximo a Guareña. Las elecciones del 24-M depararon un triunfo por mayoría simple de la candidatura izquierdista. Sacó 182 votos y tres concejales, 31 votos menos y también un concejal menos que en 2011. Mientras, el PSOE aumentó el número de apoyos y concejales, pasando de los 69 votos y un solo edil en la anterior legislatura a 116 sufragios y dos concejales. Por último, el PP perdió diez votos (de 119 a 109) pero mantuvo el mismo número de representantes en el Ayuntamiento (dos).

Tal como cuenta la corresponsal de ABC en Guadalajara, Patricia Biosca , este fue el caso más sonado en la provincia de Guadalajara tras las elecciones municipales. El PSOE, que conseguía tres concejales, se hacía con la alcaldía de Loranca de Tajuña, de unos 1.300 habitantes, con el apoyo de los dos concejales del PP, a pesar de que la formación Ahora Loranca (formada por IU, Equo y otras agrupaciones de izquierdas) fue la lista más votada (empató a concejales con los socialistas, aunque obtuvieron mayor cantidad de votos).

Así, Enrique Calvo (que aunque iba en las listas del PSOE no era un afiliado, al contrario que los otros dos ediles electos), se convertía en el nuevo alcalde de Loranca y desbancaba al PP, que en la anterior legislatura gobernó con mayoría absoluta. En su discurso de investidura, Calvo justificó no haber apoyado a Ahora Loranca y haberse presentado como candidato afirmando: « Llevamos unos años en los que los alcaldes no han sido del pueblo . Creo que ahora debe gobernar un alcalde del pueblo». Tras este vuelco en la investidura Ahora Loranca hizo públicos sus contactos con el PSOE provincial, que aseguró que expulsarían a los dos concejales afiliados al partido. A día de hoy, los socialistas no han hecho pública ninguna consecuencia de este suceso y los protagonistas siguen participando activamente en las redes sociales en el grupo del PSOE de Loranca. Hace un mes mandaron un comunicado advirtiendo que no tenían conocimiento de que se hubiesen tomado medidas.

-Gobierno en minoría: PSOE con los votos en la investidura del PP. La formación más votada (Ahora Loranca, de Podemos) no llegó al poder. 1.314 habitantes.

Como informó en su día el « Ideal » de Granada, el candidato de Izquierda Unida fue elegido alcalde de Cúllar con el apoyo del PP . Entre ambas formaciones políticas suman seis concejales que suponen la mayoría absoluta. El PSOE que fue la fuerza política más votada se quedó fuera con 5 concejales. En los días previos, el PSOE de Cúllar había adelantado el pacto entre PP e Izquierda Unida. Pacto que fue negado por IU en reiteradas ocasiones pero que se hizo evidente tras la dimisión del número dos de la candidatura popular.

-Gobierno de coalición entre Izquierda Unida y Partido Popular. (cada uno con tras escaños para superar a los 5 escaños del PSOE)

El Partido Popular y Vecinos Por Guzmán (formación apoyada por Podemos) dieron sus votos de investidura a Izquierda Unida en esta localidad de 2.871 habitantes. Los comunistas gobiernan en minoría.

Un pacto a cinco desbancó del poder al PP en esta localidad de gran importancia turística de 66.939 habitantes. El PSOE gobierna con Alternativa por Benalmádena e IU . Podemos y Ciudadanos les apoyaron en la sesión de investidura.

El caso de Sepúlveda es uno de los más curiosos de los últimos tiempos. El PP obtuvo cuatro concejales, el partido Independientes por Sepúlveda y sus Pueblos (IPS) logró tres ediles y el PSOE dos. Sin embargo, en la sesión de investidura, y sin un pacto previo, el IPS dio sus votos al PSOE, de tal manera que a la alcaldía accedió la fuerza con menos representantes . Semanas después, y para alcanzar un mínimo de estabilidad, los representantes de PP y PSOE anunciaron un acuerdo de gobierno.

En el municipio madrileño de Parla, al sur de Madrid, la mayoría de los votantes optó por el Partido Popular, que obtuvo 7 escaños . Sin embargo, la formación Mover Parla, liderada por una exmilitante socialista, trató de sumar apoyos a los seis concejales que sacó para hacerse con el poder. Para ello contactó con el PSOE, con Cambiemos Parla y con IU. Sólo la tercera decidió apoyarles en el debate de investidura. Tanto PSOE como Cambiemos Parla (apoyada hasta ese momento por Podemos) le negaron el soporte a Mover Parla y decidieron votar en la sesión de investidura por sus propios candidatos. Sin mayorías, el PP pudo acceder a la alcaldía de la localidad por primera vez en su historia . La abstención de Cambiemos les supuso que el consejo ciudadano de Podemos les retirara su apoyo.

En Valladolid gobierna una coalición del PSOE con Toma la palabra (Izquierda Unida, Equo y otros colectivos sociales). En la investidura Sí se puede (Podemos) apoyó al socialista Óscar Puente. El PP fue el partido más votado , pero sus 12 representantes no les sirvieron para asegurar la alcaldía.

En Oviedo el socialista Wenceslao López gobierna en coalición con SOMOS (Podemos) e IU . Sin embargo, en este gobierno de coalición el partido más votado no fue el PSOE (5), sino SOMOS Oviedo (6), que junto a los tres de Izquierda Unida sumaron los 14 asientos necesarios para evitar que el partido más votado, el PP, accediera a la alcaldía. Ciudadanos cuenta con dos concejales.

Lara Méndez López, del PSOE, es la nueva alcaldesa de Lugo. Y lo es gracias al apoyo en la sesión de investidura del BNG (2) y de Lugo Novo (3) . Entre los tres sumaron los 13 concejales necesarios para alcanzar la mayoría absoluta. El PP volvió a ser el más votado con 9 concejales. Ciudadanos se quedó en dos.

La única de las grandes ciudades gobernadas por Izquierda Unida es Zamora. Allí, el alcalde Francisco Guarido firmó un pacto de Gobierno con el Partido Socialista que les permitió acceder al poder. De nuevo el PP volvió a ser la lista más votada con 10 concejales. Ciudadanos sumó 2. Las fuerzas de izquierda cuentan con 13.

El popular Javier Maroto no pudo revalidar el cargo de Alcalde de Vitoria tras las elecciones del 24-M. El PNV accedió al cargo con el apoyo de EH BILDU y la polémica abstención del PSOE a última hora, que permitió la vuelta de los nacionalistas a la alcaldía.

Pese a no estar gobernado por dos partidos antagónicos a nivel nacional, el caso de Pozoblanco (17.491 habitantes) sí que entra en la categoría de pactos especiales. Y no solo en esta última legislatura. Tal como cuenta, Julia López, corresponsal de ABC Córdoba en la comarca de Los Pedroches, esta es una localidad donde el PSOE acumuló mayorías absolutas desde la constitución de los ayuntamientos hasta 2007 , cuando se quedó en siete concejales de un total de 17. En 2011, tras cuatro años caóticos con tres alcaldes de distinto color político, las elecciones las ganó por primera vez el PP pero en minoría y situó a un alcalde popular gracias al apoyo en coalición del Partido Andalucista . Este cogobierno duró apenas un mes porque el PSOE y CDeI (es decir, los viejos enemigos que en 2009 habían dinamitado el partido y el Ayuntamiento) se unieron para hacer una moción de censura y se comprometieron a alternarse en la alcaldía, los dos primeros años para el PSOE y los dos segundos para el CDeI . Sin embargo, no llegó a producirse nunca este cambio porque el CDeI se quedó sin un concejal.

En las pasadas elecciones, se presentaron PSOE, PP, CDeI, Cambiemos Pozoblanco-IU y Pozoblanco en Positivo. Terminó con 5 concejales del PP y PSOE, Pozoblanco en Positivo consiguió 4 concejales, 2 el CDeI y 1 Cambiemos-IU. El periodo de negociación ha dejado un cogobierno de Pozoblanco en Positivo con el PP y de nuevo se repite el esquema de repartirse la alcaldía durante dos años. Es decir, desde el 13 de julio de 2015 Emiliano Pozuelo (Pozoblanco en Positivo, Pe+) es alcalde y el 13 de julio de 2017 tendría que haber cambio de alcaldía para que Santiago Cabello (PP ) la asumiera.