Muere un hombre de 45 años en una pelea con dos jóvenes menores de 20 en Cantabria

Fuentes de la Benemérita han informado de que a primera hora de la madrugada de este domingo se produjo una pelea en la que el hombre, nacido en 1974 , resultó fallecido y estuvieron involucrados dos jóvenes, uno del 2001 y el otro del 2002, ambos procedentes de la comarca de Liébana.

En el marco de esa pelea, el hombre de 46 años falleció «presumiblemente por los golpes producidos por los dos jóvenes», que fueron detenidos y permanecen bajo custodia de la Guardia Civil hasta que pasen próximamente a disposición judicial. Según informa El Diario Montañes , el suceso tuvo lugar en la zona céntrica próxima al restaurante El Cantón y acabó con la muerte del hombre de mayor edad después de recibir un puñetazo de uno de los jóvenes y caer contra el suelo. El golpe en la nuca resultó mortal.

En estos momentos, se está investigando los motivos por los que se produjo la pelea , los hechos ocurridos y también se realizará la autopsia al cadáver para confirmar la causa del fallecimiento. El alcalde de Potes, Javier Gómez , en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, ha explicado que los hechos ocurrieron en la calle Cantón, una zona céntrica del municipio.

Allí, según ha dicho, donde se produjo una riña entre varias personas, que ha tenido un «trágico final» con el fallecimiento de este hombre que, según ha explicado el regidor, se encontraba visitando a unos amigos en la comarca de Liébana .

Según informa también El Diario Montañes , el fallecido se llamaba Javier Solares y era muy conocido en Villaviciosa, donde formó parte de la banda de gaitas hasta hacía solo un año.

Javier Solares estaba muy comprometido con la cultura asturiana y durante el confinamiento no dudó en animar a sus vecinos de Lugás tocando la gaita todos los días. Hacía solo tres años que se había mudado a la parroquia, pero «enseguida se hizo notar y se ganó el cariño de todos los vecinos». Además, se incorporó a la junta directiva de la asociación vecinal. «Era muy abierto y siempre estaba dispuesto a echar una mano. Se le va a echar en falta. Es incomprensible como ha podido morir de una manera tan tonta y absurda», lamenta el presidente de la entidad, Marcos Vega.