Jesús Quintero: «Si el pueblo supiera lo que se piensa de él en TV, habría otra guerra civil»

-Mis personajes no son máscaras, son reflejos de mí mismo... Nacen de mí y de mi experiencia; no dicen nada que yo no diga, ni preguntan nada que no les dicte mi curiosidad. Yo soy el Loco, el Perro Verde, el Vagamundo... Mis programas son mi autobiografía.

-Hay quien utiliza la marginalidad como cruel pasatiempo. Usted dignifica a los bufones. ¿Cómo?

-Sintiéndome igual que ellos, no superior; valorando su inteligencia natural, su genio, su ingenio, su arte; siendo su amigo de verdad, conociendo su ambiente, sabiendo de qué va la historia, queriéndolos, respetándolos... Son más listos que el hambre y se dan cuenta de quién va de verdad y quién va a reírse de ellos.

-En cadenas y horarios marginales, ¿se siente desperdiciado?

-Estoy donde creo que tengo que estar, en mi puesto, haciendo la televisión que siento que debo hacer, sin demasiadas concesiones. Si el precio de ser yo mismo es la marginación, lo acepto. Lo demás no depende de mí... Ellos sabrán por qué desprecian esa televisión o la programan cuando media España duerme. Si el pueblo supiera la idea que tienen de ellos los que programan la televisión, habría otra guerra civil.

-A televisión se acude a vender. Usted ¿qué compra?

-Quien viene a mi programa sabe donde viene, y me imagino que es inútil que traten de venderme algo que no estoy dispuesto a comprar. Lo que yo compro, casi siempre gratis, es emoción, pasión, vida, arte, verdad, lo mejor de cada uno.

-«El vagamundo» sólo se ve en Andalucía y Madrid. ¿Siente pena de que, por razones lingüísticas, no se pueda ver en otras Comunidades?

-No comprendo esas supuestas razones, ¿o es que en el País Vasco, Cataluña o Galicia no se entiende el español? Alguien dijo que si quieres ser universal, habla de tu aldea. Creo que «El vagamundo» es tan andaluz como universal. ¿Acaso no dijo Borges que lo que le ocurre a un hombre les ocurre a todos los hombres?

-Tras su largo periplo, ¿le queda algo por descubrir del alma?

-El alma es insondable e inagotable. Nunca dejará de sorprenderme: todo se puede esperar de ella, lo más sublime y lo más detestable.

-¿Se atreve a plantear un diagnóstico del género de las entrevistas en la televisión comercial?

-No quiero ofender a nadie, y si hiciera ese diagnóstico me temo que más de uno se acabaría ofendiendo.

-Quintero, ¿es un producto propio de un canal temático?

-Quintero es un hombre, un ser humano, producto, en todo caso, de unos padres, de una tierra, de unos tiempos, de una sociedad... Pero no de un canal temático.

-Ha sido, y sigue siendo, irreverente. Recuerdo aún su último especial navideño en Canal Sur.

-Siempre apostaré por la irreverencia, por la rebeldía, por la libertad, por la originalidad, por nadar contra corriente. Forma parte de mi personalidad, de mi carácter.

-Prometió, hace tiempo, una serie dedicada a la locura.

-La locura siempre ha estado presente en mi trabajo y en mi vida. Haré ese programa cuando los «parrilleros» se cansen de los oportunistas que buscan fama y dinero fácil, cuando se cansen de los charlatanes, y los graciosos sin gracia. El mensaje de esta televisión es la nada hecha por especialistas en la nada.