Lo que Iglesias llama «búnker» son 16,2 millones de ciudadanos y el 64% de los votos emitidos

La fuerza de las cifras no ha servido, no obstante, para que el líder de la formación morada, Pablo Iglesias , haya retrocedido un milímetro en su intento por deslegitimar el primer gran pacto de la legislatura , que deja fuera su deseo de formar cuatro grupos parlamentarios, y ante el que ayer volvió a arremeter equiparándolo a un mero reparto de asientos de tintes fraudulentos.

Conviene no perder de vista que Podemos, -según aventuran los estudios demoscópicos-, sería a priori la opción de izquierdas más beneficiada en caso de repetición de comicios en detrimento del PSOE, una perspectiva que explicaría el permanente tono de campaña electoral que mantiene su secretario general.

Desde esa posición, Iglesias ha apostado por un nuevo concepto fetiche como en su día fue el de la «casta». Se trata de «Búnker», representación mental acuñada por Santiago Carrillo para designar a los irreductibles del franquismo, con la que Podemos quiere ahora desacreditar a populares, ciudadanos y, ante todo, a los socialistas, que han logrado una primera alianza, absolutamente plegada a las reglas democráticas, pero sin su concurso. «Los tres del búnker empiezan a cabalgar», fue su proclama nada más conocer el acuerdo.

«Hoy estamos viendo un nuevo búnker, un tripartito del inmovilismo, que no quiere que las cosas cambien. Hoy tiene que haber muchos ciudadanos que han votado al PSOE muy decepcionados al ver a su partido pactando otra vez con el PP, diciendo una cosa y haciendo la contraria», proclamó el miércoles Iglesias en un discurso llamativo por la reiteración de advertencias a su homólogo socialista, Pedro Sánchez , al que prácticamente ha cerrado la posibilidad de acercamiento para la búsqueda de un gobierno alternativo al de Mariano Rajoy .

Pero la aritmética de los último comicios generales es tozuda, y la relevancia que reclama Podemos con respecto a la voluntad acordada de PP, PSOE y C’s no es tal incluso si a los 3.182.082 votos que los de Iglesias ganaron con su marca propia en toda España se añaden los 2.007.381 que recabaron juntas las «confluencias» en las que participó la formación morada, y para las que ahora exige grupos parlamentarios diferenciados.

Se trata de la plataforma catalana En Comú Podemos (927.940 apoyos); Podemos-Compromís en la comunidad Valenciana (671.071) y Podemos-En Marea-EU en Galicia, con 408.370. Todo el conjunto acumula 5.189.463 votos, todavía a 11.057.609 de distancia de los 16,2 millones de votos que avalan a la decisión de las dos siglas mayoritarias y de Ciudadanos de dotar al Congreso de los Diputados de una Presidencia y una Mesa consensuadas y estables.