El Gusano, el «vor» ruso que se fotografía con pistolas

Los tres capturados son «ladrones en la ley», autoridades criminales, pero el principal es Lasha Barateli, alias «el Gusano» , considerado el «número 3» de la mafia rusa a nivel mundial, pese a su juventud –tiene alrededor de treinta años– y a que fue coronado «vor v zakone» con las estrellas que identifican a estos jefes en 2014. Pero su historial criminal le precede: en Italia se le imputa el asesinato de otro rival y de allí salió recientemente.Además su «carta de presentación» es la imagen que ilustra esta página; la que aparece en su móvil. Está considerado, por tanto, un sicario cuyas intenciones al volar a Marbella parecían claras.

El objetivo no lo habían definido aún con claridad, según los investigadores. Estaban aguardando movimientos. El golpe asestado a las organizaciones criminales armenias asentadas en España a finales de junio ha dejado importantes huecos de poder y la pugna, en toda Europa, está en torno a quién rellena esos huecos. Los grupos armenios se habían independizado de los criminales georgianos, que han sido durante más de una década objetivo de la Fiscalía Anticorrupción, y estaban aprovechando sus estructuras de blanqueo. Ahora, la pelea vuelve al inicio del casillero y se cree que los georgianos, con órdenes desde Rusia, donde vive Zakhar Kalashov (aún considerado el número uno) o desde Lituania, centro de mando de Saratovski , otro poderoso cabecilla vinculado a los ahora detenidos, iban a ocupar su antiguo territorio, a costa de lo que fuera.

Los investigadores de la Brigada de Crimen Organizado decidieron actuar tras una serie de comprobaciones. Los vor llevaban menos de una semana en Málaga. «No venían de vacaciones, sino a trabajar», señalan fuentes de la investigación. De ahí que hubieran alquilado decenas de habitaciones de hotel y apartamentos a nombre de terceros pero a disposición de los jefes, que se rodeaban de un nutrido grupo de colaboradores, desde guardaespaldas hasta chicos de los recados.

«A partir de 2012 hay un fortalecimiento de las estructuras operativas. Los armenios están enganchados a las estructuras de georgianos, pero deciden emanciparse», detalló hace un mes el intendente de investigación criminal de los Mossos, Antoni Rodríguez.

El siguiente paso fue la guerra entre grupos por el control del territorio y, por tanto, de los delitos. «Logramos frustrar dos asesinatos cuando ya se dirigían con las armas a cometerlos», concretaron los investigadores. La orden de asesinar se había dado y las detenciones de tres armenios se produjeron el 1 de noviembre de 2017. Llevaban un revólver y munición.

El de ahora, el que dan por seguro que iban a decidir en Marbella, es el tercero que se aborta, impidiendo además un enfrentamiento entre poderosísimos clanes criminales de consecuencias imprevisibles.

La anterior contienda trajo consigo varias citas de «ladrones en la ley» en las que se sentaron las bases de actuación, que debían ser aceptadas por todos. Este mismo año se celebraron dos en Madrid a las que asistieron las dos facciones en liza para delimitar los territorios de cada jefe. Les sirvió de poco porque decenas de policías y mossos les seguían los pasos y acabaron con su reparto a base de detenciones.

Los tres nuevos arrestados han ingresado en prisión, acusados de tentativa de homicidio, falsedad documental y organización criminal. En un mes diez «vor v zakone» han acabado en cárceles españolas. No son presos fáciles de controlar.