«Nos acusan de alarmistas, pero la alarma real es la de los proveedores»
Bauzá agradece al socialista Antich un «correcto» traspaso de poder, pero entiende a Cospedal: «En Castilla-La Mancha hay un cambio de régimen»
manuel erice / josep maría aguiló
El nuevo presidente electo de Baleares, el popular José Ramón Bauzá (Madrid, 1970), tomará posesión de su cargo el 18 de junio, en sustitución del socialista Francesc Antich. Bauzá entiende bien la polémica suscitada en Castilla-La Mancha con el traspaso de poderes, si bien ... reconoce que en Baleares la situación está siendo otra. «En Castilla-La Mancha podemos decir que ha habido un cambio de régimen, mientras que en Baleares sólo ha habido un cambio de gobierno», afirma con un punto de ironía. Ambas comunidades sí tienen en común, en cambio, el déficit presupuestario acumulado en el primer trimestre de 2011, exactamente el 0,97% del PIB, guarismo que les sitúa a la cabeza de una infeliz clasificación.
—¿Cómo está siendo el traspaso de poderes por parte de Antich?
—Está siendo correcto. La verdad es que no tengo nada que objetar. Al contrario. No puedo sino agradecer el comportamiento que se está teniendo.
—En sus declaraciones, usted suele ser siempre muy moderado...
—Bueno —sonríe—, cada uno tiene el carácter que tiene, y es cierto que a mí me gusta ser prudente, pero al mismo tiempo también efectivo en la toma de decisiones. Ambas cosas son perfectamente compatibles.
—En Castilla-La Mancha a su partido le acusan de alarmista. ¿Usted piensa levantar las alfombras?
—Vamos a realizar auditorías para conocer el estado real de las cuentas de la Comunidad, pero no para generar un estado de alarma, sino para hacer un buen diagnóstico y un mejor tratamiento. Nos acusan de alarmistas, pero no lo somos. Nosotros solo somos receptores de la alarma real que existe en los proveedores.
—¿Cómo cree que se podría poner freno al actual gasto autonómico en el conjunto de España?
—Pienso que todos los presidentes autonómicos nos tendríamos que sentar en torno a una misma mesa y definir criterios de homogeneidad en la toma de decisiones, sin que resulte perjudicada la necesaria solidaridad entre las distintas regiones. Al mismo tiempo, tenemos que llegar otra vez a una ley de estabilidad presupuestaria.
—En el caso de que no haya acuerdo entre las autonomías, ¿debe imponer el Gobierno un techo de gasto?
—Debemos buscar el consenso e invertir el tiempo necesario en que eso sea posible.
—Una de las primeras medidas que usted aprobará es una Ley de Medidas Urgentes...
—Baleares es la única Comunidad que no tiene aprobados los Presupuestos de 2011. Dicha ley permitirá generar estabilidad económica hasta la aprobación de los próximos presupuestos.
—¿Qué ocurrirá con las deudas a los proveedores en Baleares?
—Lo más importante es intentar encontrar soluciones. Nuestra prioridad máxima desde el Ejecutivo autonómico va a ser ahora el pago a los proveedores.
—¿Está garantizado el pago de las nóminas a los funcionarios?
—Lo que está garantizado es lo que dicen los Presupuestos. Por eso entendemos que tenemos que hacer auditorías en todas las instituciones.
—El PP defiende la austeridad en la Administración...
—Sí. La Administración tiene que perder estructura para ser eficaz y para predicar con el ejemplo.
—¿En qué áreas no habrá recortes en su gobierno?
—En las áreas que definen el estado de bienestar, como son sanidad, educación y servicios sociales. Son áreas en donde no queremos que se produzcan recortes, porque queremos que se sigan prestando los mismos servicios.
—¿Dónde habrá cambios?
—En la estructura administrativa. Yo voy a presentar un equipo de gobierno muy reducido, con eliminación de consejerías, direcciones generales y asesores.
—¿Será suficiente?
—Quiero reducir la Administración e introducir criterios de eficiencia y de eficacia en la misma. Reducir significa también redimensionar. En este sentido, haremos, a otro nivel, lo que han hecho ya las familias y las empresas en esta situación de crisis.
—En campaña usted habló de la seguridad jurídica...
—Hay que eliminar el fantasma de la inseguridad jurídica, que es lo que impide que diversos inversores ejecuten sus proyectos en Baleares. Dichos proyectos generarían, además, riqueza y puestos de trabajo.
—¿Cómo se va a legislar el catalán?
—Queremos que la gente se pueda expresar con naturalidad en cualquiera de las dos lenguas. El catalán será un mérito, no un requisito.
—Se espera mucho de usted, casi que haga milagros...
—Sí, soy consciente de ello —sonríe, de nuevo—, pero es importante que dimensionemos las cosas. No podemos hacer milagros, pero al menos hemos evitado ya que el barco siga a la deriva. Además, sabemos que con la colaboración de todos los colectivos y sectores sociales, Baleares podrá salir de la situación de crisis.
—¿Habrá acuerdos con la oposición?
—Sí, a pesar de nuestra amplia mayoría absoluta, no vamos a hacer uso del «rodillo». Queremos consensuar lo máximo posible y pactar en cuatro materias esenciales, que son educación, turismo, economía y territorio
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