El edil Zapata niega que se mofara de las víctimas del terrorismo con su tuit sobre Irene Villa

Zapata ha asegurado ante la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional que se trataba de un chiste que escuchó en su barrio «cuando era más pequeño» y de ahí que lo entrecomillara, porque no era de elaboración propia . El actual edil de Carabanchel (dimitió de sus responsabilidades en Cultura) ha señalado que el tuit respondía a un contexto determinado, que no tenía nada que ver con el terrorismo y sí con un debate sobre lo que se podía decir o no en las redes sociales tras el despido del director de cine Nacho Villalongo por negar el holocausto.

El miembro del equipo de Carmena, a quién la Fiscalía no acusa y para quien Dignidad y Justicia pide un año y ocho meses de cárcel , ha recordado que no hubo ninguna reacción a su tuit sobre Irene Villa hasta que fue nombrado concejal de Cultura cuatro años después. A preguntas del fiscal ha reconocido, además, que pese a tener el formato de chiste, «yo no digo que sea gracioso. El humor negro es una mezcla de angustia e hiralidad», ha dicho.

Para Zapata, desde la polémica de sus tuits ha quedado clara su condena al terrorismo, pidió perdón a Irene Villa y dimitió de su cargo. «En el momento en que el tuit ha generado un dolor lo justo es asumir responsabilidades en el orden político y había un debate sobre mi continuidad como edil de cultura relacionado con la libertad de expresión», ha señalado.

Zapata ha asegurado que su postura hacia las víctimas del terrorismo «siempre ha sido la misma», y sólo ha cambiado «en la medida en que no es lo mismo tener una opinión de respeto abstracta como de respeto concreto cuando te has reunido con alguna víctima concreta».

La vista se celebra después de que el pasado 14 de septiembre la Sección Tercera de la Sala de Lo Penal ordenase por tercera vez al titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 Santiago Pedraz que sentase en el banquillo de los acusados a Zapata.

El magistrado instructor archivó las actuaciones el pasado mes de marzo al entender que al escribir dicho chiste no tenía intención de ofender a las víctimas y que era un comentario que se encontraba dentro de los límites de la libertad de expresión ; sin embargo, la Sala concluyó en que sí existía material indiciario suficiente para juzgar al concejal.