La nueva mirada de las startups oftalmológicas
El uso de 'big data' y 'deep learning' se abre paso en el diagnóstico de los problemas de visión
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Charro Barroso y Laura Montero Carretero
La tecnología más innovadora ha llegado al mundo de la medicina para mejorar el diagnóstico y el tratamiento. En el ámbito de las enfermedades oftalmológicas, los algoritmos de inteligencia artificial (IA), el manejo de información del 'big data' y los procesos de 'deep learning' ... abren nuevos horizontes. Y son las pujantes startups quienes lideran este 'cambio de visión'.
Más de un millón y medio de personas padecen en España algún tipo de discapacidad visual. En la infancia es más complicado el diagnóstico, sobre todo en edades tempranas. El proyecto TrackAI propone utilizar la inteligencia artificial para detectar cuanto antes problemas visuales de la infancia con precisión. Desarrollado en conjunto por Huawei y la startup Dive, consiste en una pantalla que emite estímulos visuales que provocan reacciones oculares en los niños. El registro de los movimientos de los ojos permite el análisis para buscar anomalías. Marta Ortín, CTO y cofundadora de la empresa Dive Medical y una de las responsables de la ejecución de los distintos proyectos, explica que la iniciativa surgió en 2019, «con una colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón». «La herramienta ha superado las fases de desarrollo, validación y utilización para hacer cribado visual en cualquier paciente. Lo hacemos en niños desde que son muy pequeños, incluso bebés que todavía no se pueden comunicar, y también con personas con problemas neurocognitivos», añade.
La IA valora el control oculomotor, cómo es la agudeza visual, la sensibilidad al contraste (cuando hay niebla o está oscuro), la percepción del color. «Y es capaz de detectar anomalías como ambliopía, estrabismo, problemas del nervio óptico…», afirma Ortín.
Células oculares cultivadas para curar la ceguera
S. M.Demuestran que las células oculares retinianas cultivadas en el laboratorio pueden conectarse, lo que abre la puerta a ensayos clínicos para tratar la pérdida de visión
La herramienta tiene un aprendizaje continuo de 'deep learning', que favorece la precisión, pero se tutela este proceso. «Monitorizamos este aprendizaje –dice Ortín– y siempre calculamos los datos resultantes de sensibilidad y especificidad para tener muy controlado nuestro modelo». El proyecto está validado con datos de más de 5.000 pacientes. La primera versión del dispositivo tiene ya marcado CE desde diciembre de 2022. Ahora se va a validar una nueva versión que mejora la sensibilidad y especificidad. «Ya lo están probando diferentes profesionales», apunta. Y está previsto que muy pronto esté instaurado para su uso clínico. En ningún caso se pretende el reemplazo del especialista. «Lo vemos como una ayuda», sentencia Ortín.
La gamificación de la tecnología ofrece nuevas posibilidades a la innovación en el tratamiento de las afecciones oculares. OpticTrain, por ejemplo, ayuda a resolver la intolerancia de pacientes recién implantados con lente intraocular multifocal tras una intervención de cataratas. Y gracias a un videojuego. Según la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), para curar esta patología frecuente en España se practican 400.000 intervenciones al año. Un grupo de investigadores ha desarrollado un sistema que facilita la rehabilitación visual de aquellas personas que muestran intolerancia a la multifocalidad.
La iniciativa surgió junto a la empresa Proconsi. David Pablo Piñero Llorens, investigador principal del proyecto y especialista en Óptica y Optometría de la Universidad de Alicante, señala que «su funcionamiento se basa en conocer los mecanismos neurológicos asociados al proceso de la neuroadaptación, que se suele producir durante el periodo crítico de las tres primeras semanas tras la cirugía». «Durante 25 minutos todos los días –indica– presentamos una serie de estímulos visuales y de otra índole que favorecen que se normalice la actividad cerebral asociada a esas tareas».
En el desarrollo de esta tecnología pionera también han participado el oftalmólogo Miguel Maldonado y la doctora Begoña Coco, especialista en rehabilitación visual, ambos de la Universidad de Valladolid. El software de OpticTrain adopta la gamificación para entretener a los pacientes. Viene a ser como un videojuego muy parecido a los de conducción. «Son ejercicios para intentar mejorar la resolución espacial, que el paciente sea cada vez más capaz de ver cosas más pequeñas, y que pueda elegir el foco adecuado para enfocar cada cosa. Hay una gran variedad de estímulos y todos siguiendo un juego de trama continua que haga que el paciente no se aburra», asegura el investigador.
Hoy ya se utiliza en los departamentos de Oftalmología de algunos hospitales. El ensayo clínico de validación se realizó en dos centros oftalmológicos, uno en Alicante y otro en Valladolid. «Lo estamos probando no solamente con lentes intraoculares multifocales, sino también con lentes de contacto multifocales», relata Piñero.
La realidad virtual da juego en la salud ocular
¿Por qué limitar el uso de la realidad virtual a los videojuegos? Es la pregunta que en el año 2016 se hicieron el ingeniero industrial Rafael Izquierdo y el doctorando en inteligencia artificial Fernando Rubio después de cacharrear con un dispositivo Oculus. Tras constatar que el mercado estaba muy dirigido al entretenimiento, pensaron en potenciales aplicaciones que mejorasen la vida de las personas. Es entonces cuando descubrieron que había ensayos de una terapia que estimulaba la visión binocular de los niños diagnosticados de ambliopía, también conocida como ojo vago, mediante el empleo de gafas anáglifo (filtro rojo-verde) y llegaron a la conclusión de que podían recurrir a la realidad virtual para abordar la patología, ya que la base de esta tecnología es que cada ojo tiene una imagen diferente y el cerebro crea el entorno en 3D. Así es como pusieron en marcha la startup V-Vision, que comercializa Dicopt, una solución de realidad virtual que permite al paciente tratarse a través de diferentes videojuegos.
Disponible desde septiembre de 2020, cuando obtuvieron la licencia de fabricante de producto sanitario, es un tratamiento complementario al parche, que permite reducir su tiempo de uso y acelera la recuperación total de una disfunción que afecta al 5% de la población en edad preescolar y que constituye la causa más frecuente de pérdida de visión en niños. «Los padres se descargan la app en el 'smartphone', se registran con el usuario y contraseña que les da el especialista, introducen el teléfono en un visor de realidad virtual que les proporcionamos y con un mando de videoconsola conectado por bluetooth, el paciente realiza sesiones diarias de unos 15 minutos», explica Izquierdo, CEO y cofundador de la startup.
Al tener todos los datos digitalizados, V-Vision ofrece al especialista información sobre los días que el paciente ha abierto la aplicación, el tiempo que la ha utilizado, etc. «Con el parche no hay registros, mientras que así se comprueba la adherencia al tratamiento», señala el consejero delegado. En la actualidad la empresa trabaja con más de medio centenar de centros que han atendido a unos 200 pacientes con esta terapia. El producto de momento solo se ofrece en España, pero Izquierdo asegura que están en contacto con distribuidores en otros países como Argentina.
La firma está inmersa en su próximo lanzamiento, unos test visuales para los pacientes con degeneración macular asociada a la edad y glaucoma que se realizarían en equipos de realidad virtual sin cables. «Las consultas están programadas como pronto cada tres meses, durante los cuales ni el paciente ni el oftalmólogo saben si la patología avanza rápido o está detenida. Queremos que los pacientes se hagan chequeos más frecuentes», sostiene Izquierdo. V-Vision, reciente ganadora de 'Venture on the Road Bilbao', organizado por BStartup, Seedrocket y Wayra, pretende validar científicamente la eficacia del nuevo producto a lo largo de este año.
Cabina de diagnóstico
La visión innovadora se extiende por toda Europa. La startup suiza Mikajaki, por ejemplo, ha diseñado EyeLib, una especie de centro de análisis oftalmológico automatizado, una cabina capaz de diagnosticar hasta una veintena de patologías (miopía, cataratas o glaucoma...) en seis minutos sin necesidad de un oculista. Esta iniciativa cuenta con la innovación del grupo de ingeniería Segula Technologies. Combinando IA y robótica, EyeLib realiza una sucesión de mediciones optoelectrónicas del ojo, hasta 100. Analiza cientos de parámetros objetivos y genera un informe con imágenes muy detalladas de las estructuras anatómicas y ópticas. Este diagnóstico se deriva al especialista.
MÁS INFORMACIÓN
Antes del análisis, el paciente debe responder a un cuestionario online con un agente virtual, bien a través de un 'smartphone' o en una pantalla situada en EyeLib. Son 20 preguntas que emiten un prediagnóstico. Los algoritmos son capaces de examinar 600 síntomas y 120 enfermedades oculares. Innovación con vistas a la salud ocular, que se ha convertido en una gran oportunidad para las startups 'healhtech'.
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