Blanca Navidad para Ancelotti y el Madrid

Blanca Navidad para Ancelotti, que se va a tomar el turrón, los mantecados y las uvas con la tranquilidad de ver a su equipo muy vivo en Champions y Liga, y el buen sabor de boca de haber levantado ya dos títulos, Supercopa de Europa y Copa Intercontinental. El Madrid siempre vuelve. Carletto, también.

Llevaba el Sevilla 16 derrotas consecutivas en el Bernabéu y con la de este domingo ya son 17. Pasillo antes de empezar el partido, en homenaje al título blanco logrado en Doha el pasado miércoles, y pasillo durante bastantes minutos del partido. Un milagro lo que está haciendo García Pimienta con una plantilla tan limitada de talento.

A los diez minutos, llegó el primer misil. Una transición entre Brahim y Rodrygo, desde campo propio, acabó en un balón a Mbappé, que situado cinco metros por detrás de la frontal del área, soltó un derechazo a la escuadra de Álvaro. Tanto número diez en Liga del francés, que en el total de la temporada ya suma 14 en 24 partidos. Para estar mal, lo ha disimulado bastante bien.

Diez minutos más tarde, en el 20, el segundo disparo a puerta del Madrid también acabó reventando la red del fondo sur. Ahí atacó el equipo blanco en el primer acto por el cambio de campo elegido por el Sevilla en el sorteo inicial. Treta que le salió cruz. Esta vez fue en una jugada ensayada desde la esquina. El balón acabó en Valverde, que la clavó desde treinta metros. Su tiro no iba tan esquinado como el de Mbappé, pero iba con tanta fuerza que Álvaro lo vio cuando ya tenía la pelota delante de su cara. Quinto gol en Liga del uruguayo, todos desde fuera del área.

En el 34, el tercer remate entre palos de los blancos también fue para adentro. Gol de toda la vida. Un lateral, Lucas, llegando a línea de fondo y poniéndola atrás; y un delantero, Rodrygo, colocándola lejos del portero con una rosca de dentro hacia fuera.

Con el 3-0, el Madrid se relajó un minuto, y lo pagó. Casualmente, o no, fueron los dos jugadores fuera de posición los responsables del tanto de Isaac. A Camavinga le cogió la espalda Juanlu y a Tchouaméni, el delantero sevillista. Remató solo en el segundo palo. Imposible para Courtois.

Un 3-1 al descanso, que pudo ser 4-1 si Lucas hubiera acertado en el mano a mano ante Álvaro en el 41. Punterazo desviado por el portero riojano. Tenía Vázquez línea de pase con Mbappé, pero esta vez prefirió 'chupársela'. Eso en el colegio sí estaba permitido.

Ante un Sevilla tan dócil, hubiera sido un milagro la posibilidad de complicarle el partido al Madrid, pero para evitar la tentación, el Madrid le echó la llave al partido nada más regresar del vestuario. En el 53, una gran jugada de Mbappé acabó en un pase al espacio del francés y en un control y remate de Brahim. 4-1.

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También el Sevilla disfrutó de un par de acercamientos a Courtois. Uno de ellos, lo estrelló Isaac en el palo derecho del belga. Es buen futbolista el chaval, pero a excepción de Lukebakio, lo que le rodea no ayuda. El extremo belga maquilló el resultado con el 4-2 en el 86. Carrera al espacio y disparo al primer palo. Ahí sí pudo hacer algo Courtois, pero como el resto de sus compañeros, ya tenía la cabeza en modo vacaciones. Blanca Navidad en el Madrid.