Aerolíneas Tchouaméni culmina la remontada del Real Madrid ante Las Palmas

Fue una primera mitad con ocasiones de peligro, que no de gol. Solo un disparo a puerta, el de Rodrygo en el minuto 5, tras recibir un pase filtrado por Ceballos. Valles achicó con rapidez y le sacó el balón con su pierna izquierda. Luego, sin motivo ninguno, le dio un empujoncito al brasileño y le dijo algo a la oreja. Rodrygo cayó en trampa y le dio una collejita. Amarilla.

El listón lo puso alto Soto Grado, pero se le olvidó pronto. Ni por reiteración, ni por una acción parecida de Suárez con Vinicius, que al bracear le dio un golpe en la cara, el riojano amonestó a los locales. Hay cuadros de Kandinski más sencillos de entender que el reparto y orden de las cartulinas en los partidos del Madrid.

Tampoco se entiende el tema de los agarrones dentro del área. Una falta botada por Kroos, con dirección a Rudiger, fue abortada por Mármol con un claro placaje sobre el alemán. Al revés hubiera sido falta de ataque. No es comprensible el diferente baremo a la hora de medir la acción si la infracción a enjuiciar es un penalti.

El Madrid amasaba el balón y buscaba la espalda de su rival, atrevido como habitualmente con la línea defensiva treinta metros delante de su portería, pero no estaba fino en ese último pase el equipo blanco. Tampoco en las conducciones de Camavinga y Ceballos, generosos en el esfuerzo pero con la bombilla medio encendida.

De la Unión Deportiva, solvencia en defensa, pero poca presencia ofensiva. Solo las arrancadas de Marvin por banda derecha y las llegadas de Moleiro por la izquierda. El jugador tinerfeño reclamó penalti en una disputa con Ceballos. Piscina. Sin agua. Al descanso, los de García Pimienta se fueron sin apenas pisar el área de Lunin. Para meterse en el fango hay que ensuciarse los zapatos.

Lo entendió a la perfección el equipo canario en los primeros diez minutos de la reanudación. Nada más salir del receso, Munir sacó la mejor versión de Lunin. Recorte a Kroos, que le aclara el tiro, y disparo fuerte y raso al palo corto del ucraniano. Andry sacó su gadgetobrazo izquierdo, no solo para detener el disparo sino para quedarse con la pelota en sus manos.

Fue el aperitivo del gol local. En el 53, Sandro inició un contragolpe con un sutil toque de espuela en la disputa con Nacho. El balón lo recibió Kirian, que se disfrazó de Modric y soltó un pase filtrado con el exterior a la carrera del propio Sandro. Nacho, dormido, se olvidó de perseguirle y provocó un uno contra uno del ariete con Rudiger, del que salió vencedor Sandro. El delantero culminó su brillante acción asistiendo a Javi Muñoz, que se sumó al ataque sin oposición y remató a placer.

El 1-0 despertó al mejor Madrid y asustó a la Unión Deportiva, doble semilla que brotó en remontada. El primer aviso fue un gol anulado a Carvajal, en claro fuera de juego a remate tras centro de Vinicius. Antesala del empate, precisamente del brasileño.

Vini hizo el 1-1 en el 65, gol que metió justo un minuto antes, cuando solo ante Valles, en la raya del área pequeña, eligió hacerle una vaselina en lugar de fusilarle. La mando a la playa de las Canteras, claro. La misma acción, sesenta segundos después, tras recibir un gran pase de Camavinga, la remató como antes debió hacer. Zurdazo y a la red.

El Madrid era mejor en el juego, liderado por el mejor Vinicius, y en lo físico. A esto segundo ayudaron los cambios de Ancelotti, con Joselu y Valverde subiendo el rendimiento de Brahim y Ceballos, y la energía. De la que también va sobrado Tchouaméni. A los dos minutos de salir al terreno de juego, saltó como un canguro para llevar a la portería de Valles un córner de Kroos. Herzog, que no es diminuto precisamente, ni le tosió en el salto. Aerolíneas Aurélien, 1-2 y tres puntos de vuelta a la península.