La conquista del trofeo más importante del fútbol europeo de clubes por primera vez desató festejos eufóricos en Francia, pero también numerosos incidentes violentos.
El domingo, «vimos que los altercados fueron promovidos por individuos por intenciones maliciosas que no eran realmente seguidores del PSG», declaró el jefe de la policía de París, Laurent Nuñez, a la emisora RTL. «Detuvimos a 79 personas, algunas durante la noche», añadió, señalando que el orden fue restablecido antes del amanecer.
Algunos de los arrestados fueron detenidos por retirar barreras y bloquear brevemente la carretera de circunvalación de París, mientras que otros intentaron vandalizar comercios o lanzaron fuegos artificiales en los Campos Elíseos, explicó.
Más de 500 detenidos, dos muertos y un policía en coma
Ya en la noche del sábado la policía había realizado más de 500 detenciones en todo el país, según el Ministerio del Interior, tras incendiarse más de 200 vehículos y producirse enfrentamientos entre agentes y jóvenes.
En la localidad de Dax, al suroeste, un joven de 17 años murió apuñalado en el pecho, mientras que en el centro de París, un hombre de 23 años falleció tras ser atropellado mientras conducía un ciclomotor. Además, un agente de policía se encuentra en coma inducido tras resultar herido por un fuego artificial.
Durante la recepción del equipo en el Palacio del Elíseo el domingo, el presidente francés Emmanuel Macron condenó lo que calificó de violencia «inaceptable» durante las celebraciones.
Muchos de los jugadores del equipo, uno de los más jóvenes del torneo, provienen del gran semillero futbolístico de los suburbios parisinos, después de que los propietarios cataríes del PSG abandonaran su política de fichajes de estrellas como Neymar y Leo Messi.
Un total de 11,5 millones de personas siguieron el partido en Francia.
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