Querella, medidas cautelares y 13 millones: las puertas abiertas a la televisión desatan otra guerra Real Madrid-LaLiga

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Rubén Cañizares

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En este primer fin de semana de fútbol en nuestro país hemos visto a los jugadores y al cuerpo técnico del Athletic rezar un padrenuestro en el vestuario, una tradición histórica del equipo vasco nunca vista antes. También hemos escuchado a De Jong y Romeu hablar en el Coliseum, junto a tres periodistas de DAZN, minutos después del Getafe-Barcelona para analizar con calma el partido; y a Luis García Plaza y Sergio González, entrenadores de Alavés y Cádiz, hablar de su pasado en común como entrenador y jugador en la UD Levante en la temporada 2010-11; o a Simeone en un 'cooling break' decirle al equipo que fuera al ataque, con todo lo que ello conlleva teniendo en cuenta quién es el lanzador del mensaje. Imágenes y audios que han llamado la atención de los espectadores y que tienen su origen a finales del pasado mes de julio, cuando LaLiga remitió un documento confidencial a los veinte clubes de Primera para detallarles el nuevo plan de comunicación respecto a la retransmisión de los operadores oficiales del campeonato.

En él se diferencian 32 acciones. 25 de ellas están enmarcadas en el antes, durante y después de los partidos y las otras siete se ubican al margen del encuentro en sí. Son acciones incentivadas, no de obligado cumplimiento, y como premio a la participación y colaboración de los clubes en estas acciones hay una bolsa de 140 millones de euros a repartir al final de la temporada. ¿Cómo se reparte este dinero? Estas 32 medidas están cuantificadas con una puntuación específica y un máximo de puntos por cada una de ellas. El máximo de puntos que se puede conseguir son 500 y el mínimo en para acceder a los premios es de 175. El equipo que más puntos logre a final de temporada será el que más dinero se lleve de esa bolsa de 140 millones, y así sucesivamente, pero hay otra variable. No es solo el número de puntos conquistados, también se pondera la audiencia generada por cada una de estas acciones. Es decir, no se valorará igual una arenga prepartido de Xavi, Simeone, Paco López o Vicente Moreno. Una de mayor seguimiento será más premiada que una de menor seguimiento. Metidos en la calculadora todos estos parámetros, los clubes han estimado que pueden llegar a ganar unos 10 millones de euros, una cantidad jugosa si tenemos en cuenta que la gran mayoría están caninos.

De quien no escucharemos arenga, ni ningún tipo de declaración ni de análisis pre ni pospartido será de los jugadores y del entrenador del Real Madrid. No, al menos, en los operadores con derechos, ni nacionales ni internacionales, como ESPN. Así sucedió en el partido del sábado pasado contra el Athletic Club. Según ha podido saber ABC, el club blanco ha presentado una querella en la Audiencia Nacional, en la cual también solicita medidas cautelares contra los acuerdos adoptados en la Junta de Primera división celebrada el viernes 4 de agosto, pero el Juez ha desestimado aplicar la cautelar. Además, le ha pedido a LaLiga que le facilite una copia de esos acuerdos.

En la mencionada reunión del 4 de agosto, con 18 votos a favor, dos abstenciones y un voto en contra, el del Madrid, se aprobó «la inclusión, dentro del criterio de reparto de implantación social, de una variable adicional que permita determinar de una manera más equitativa y justa la participación en la generación de recursos para la comercialización de las retransmisiones televisivas».

En concreto, lo que salió adelante, según explicó LaLiga, fue «una nueva forma de distribución de los dos tercios del 25% del reparto correspondiente a la denominada implantación social, distintos a la recaudación por abonos y taquillas. La mitad de esos dos tercios se distribuirá en función de las audiencias, tal y como se venía haciendo hasta ahora (reduciendo su impacto a la mitad de esos dos tercios). La otra mitad de esos dos tercios se distribuirá en función del grado de colaboración en las nuevas acciones voluntarias que se plantean atendiendo a las peticiones de los broadcasters, para incentivar la mejora del producto audiovisual y la generación de más recursos».

La Audiencia Nacional, que aún no ha resuelto si admite a trámite la querella, ha rechazado de momento las medidas cautelares solicitadas por el Madrid y el juez ha pedido a LaLiga que le aporte copia del acuerdo.

LaLiga ha insistido a los operadores que durante estas primeras jornadas pidan a los clubes la realización de las máximas acciones posibles para «educarles en este nuevo modelo», y eso han hecho ya en la primera jornada, pero los operadores creen que la alta colaboración del pasado fin de semana puede que no sea así conforme avance el campeonato y la situación deportiva de los equipos se complique. Además, se toman con resignación la negativa del Madrid de hablar con las televisiones con derechos, sabedores que son un daño colateral de la guerra que hay entre el club blanco y LaLiga.

De hecho, si el sábado pasado fue Movistar+ el que no tuvo acceso los protagonistas del equipo blanco, este próximo, en el Almería-Real Madrid, será DAZN quien, salvo sorpresa mayúscula, no contará con las palabras de los futbolistas, ni de Ancelotti así como tampoco de Butragueño, habitual portavoz en la zona de palco. Hasta ayer, la OTT desconocía los planes del Madrid de cara al encuentro en el estadio de los Juegos del Mediterráneo, pero la sensación es que ocurrirá lo mismo que en San Mamés. Allí, un par de horas antes del inicio del choque, el director de partido designado para ese Athletic-Madrid comunicó a los compañeros de Movistar+ que el Real no daría ningún tipo de entrevista al operador de Telefónica ni participaría en ninguna de las acciones que Movistar+ había pedido al equipo blanco. Y así fue. Mientras, en el Athletic hablaron antes del encuentro su presidente y su entrenador, en el caso de Valverde también después del partido, y hubo además cinco 'flash interview' con jugadores del club vizcaíno, uno de ellos durante el calentamiento del equipo, otro al descanso y tres después del choque. En el Madrid, solo se escuchó a Ancelotti en la rueda de prensa habitual tras cada partido, y a Carvajal y Bellingham en Realmadrid TV.

La no participación de la entidad merengue en este nuevo plan de comunicación de las retransmisiones hará que el Madrid deje de ingresar alrededor de 13 millones de euros, una cantidad simbólica para un trasatlántico, como lo que es. Eso no quiere decir que no vayan a pelear por esos 13 millones. El club blanco entiende que LaLiga no es quién para decidir qué acciones deben cumplir y cuáles no a nivel de televisión, y de ahí su forma de proceder y una querella que, si finalmente es admitida a trámite, provocará un terremoto. Es la última batalla de la guerra Real Madrid-LaLiga.